El secretario de Estado norteamericano John Kerry denunció el lunes las provocaciones de Corea del Norte tras reunirse en Seúl con la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-Hye, y anunció posibles nuevas sanciones contra Pyongyang.

John Kerry denunció el liderazgo “atroz” de Kim Jong-un, acusado de ejecuciones de funcionarios y allegados, y el lanzamiento de un misil balístico submarino efectuado por Corea del Norte la semana pasada.

Corea del Norte está muy lejos de cumplir con el compromiso de desnuclearización exigido por la comunidad internacional, afirmó Kerry, que insistió en presionar al régimen norcoreano.

Pyongyang “continúa con las armas nucleares y los misiles balísticos” y “sigue mostrando un flagrante desprecio por las leyes internacionales”, dijo el secretario de Estado en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo surcoreano Yun Byong-Se.

“Por eso es importante para nosotros incrementar la presión internacional, para que Corea del Norte cambie su comportamiento”, agregó Kerry, añadiendo que Washington y Pekín están buscando formas de “aumentar las sanciones”.

Kerry dijo además que era “absolutamente fundamental” para la comunidad internacional esclarecer las violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte y la responsabilidad de Kim.

Kim Jong-un es uno de los líderes más “atroces” del planeta, dijo Kerry, que evocó “historias grotescas, macabras de ejecuciones” llevadas a cabo por un capricho personal. “Si su conducta horrible continúa, es difícil concebir que no sea denunciado ante la Corte Penal Internacional”, dijo.

En un esfuerzo para impulsar las dilatadas conversaciones sobre la desnuclearización, Washington ha dejado claro que está abierto a la discusiones con Pyongyang, pero que este proceso se ha complicado por algunas demostraciones militares de Corea del Norte.

La semana pasada, Corea del Norte informó de que había lanzado con éxito un potente misil balístico submarino, aunque Estados Unidos dijo que el ensayo no involucró esta tecnología, sosteniendo que no representó ningún logro técnico para el régimen comunista.

El líder norcoreano, Kim Jong-un, se felicitó por este “éxito revelador” y lo comparó con el lanzamiento en 2012 de un satélite, mientras que Washington señaló que están intentando desarrollar esta tecnología, pero no hubo ninguna amenaza “inminente”.

La estabilidad interna en Corea del Norte también se ha convertido en una preocupación después de que la agencia de inteligencia de Seúl informara la semana pasada que el ministro de Defensa había sido defenestrado y probablemente ejecutado.

Algunos expertos han señalado que si la ejecución tuvo lugar, es un síntoma de que Kim tiene dificultades para establecer su autoridad, luego de haber de recibido el mando del país tras la muerte de su padre en diciembre de 2011.

Ciberataques

Otro tema de la reunión de Kerry con la presidenta Park fue el compromiso de Estados Unidos con la alianza militar con Corea del Sur, donde hay desplegados unos 30.000 soldados norteamericanos.

Tras reunirse con la presidenta surcoreana, Kerry, que llegó a Seúl procedente de China, pronunció un discurso sobre seguridad cibernética y ciberataques, acusando a Pyongyang de llevar a cabo “acciones provocativas, desestabilizadoras y represivas” en la red.

Washington asegura que Corea del Norte está detrás de un ciberataque contra la productora estadounidense Sony Pictures, que estrenó la película “The Interview”, una sátira sobre el líder norcoreano Kim Jong-un, una acusación rechazada por Pyongyang.

Durante su visita a Pekín, Kerry expresó su deseo de que los avances en las negociaciones con Irán sobre el programa nuclear puedan impulsar el diálogo con Corea del Norte, con el mismo objetivo.

Las negociaciones entre las dos Coreas, Japón, Estados Unidos, China y Rusia, tienen como objetivo que Pyongyang desista de su programa nuclear a cambio de que se levanten las sanciones económicas y diplomáticas en su contra, dándole al mismo tiempo garantías de seguridad.

Sin embargo, estos diálogos están estancados desde diciembre de 2008.

El gobierno de Barack Obama ha sido acusado de desinteresarse para centrarse en las negociaciones con Irán.