La industria espacial rusa respiró aliviada este lunes después de que la agencia espacial Roscosmos anunció que la nave Progress acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS) logró encender sus motores y corregir la órbita de la plataforma.

“En la noche del domingo al lunes, la órbita de la ISS fue corregida con éxito”, informó Roscosmos a los medios rusos, tras dos incidentes el fin de semana que habían puesto en duda la fiabilidad de la industria espacial rusa.

La maniobra comenzó justo después de las 03H30 hora de Moscú (21:30 en Chile) y terminó 30 minutos más tarde, precisó Roscosmos.

La nave Progress M-26M, acoplada al módulo Zvezda, logró corregir la órbita de la ISS, colocándola a la altura deseada, lo que permitirá el regreso a la Tierra de tres tripulantes en junio.

Esta maniobra debía haber sido completada la noche del viernes, pero tuvo que ser anulada después de que los operadores rusos no lograran encender los motores de la nave.

Horas después, Rusia anunció que había “perdido” un satélite mexicano de telecomunicaciones, al producirse un fallo en el lanzamiento del cohete portador.

El fallo en el lanzamiento del cohete que portaba el satélite de telecomunicaciones implicó que el sistema, con varias toneladas de combustible tóxico, cayera en la región de Chita, en Siberia, aunque la mayor parte se desintegró en la atmósfera.

El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, exigió el sábado explicaciones al jefe de Roscosmos, Igor Komanov, dando a entender que podría haber despidos.

“Una crisis sistémica”

Las autoridades desplegaron una comisión, que se desplazó al lugar de fabricación del motor fallido, en Voronej, en el centro del país.

“Este accidente es la consecuencia de una crisis sistémica de la industria” espacial, denunció en un comunicado el vice primer ministro ruso, Dimitri Rogozin, que prometió reformas firmes y dijo que el gobierno impulsará un proyecto de ley que será estudiado el martes por la Duma.

El año pasado Rusia ya había despedido al director de la agencia espacial tras varios fracasos.

Estos fallos se producen menos de un mes después de que los operadores rusos perdieran el control del carguero espacial no tripulado Progress, que cayó a tierra y se desintegró en la atmósfera.

La pérdida de esta nave, que costó casi 500 millones de euros (572 millones de dóalres), constituye un duro golpe para la industria espacial rusa, un sector estratégico que históricamente ha sido un orgullo para el país.

Esta nave debía acercarse a la ISS para abastecerla y su colapso obligó a retrasar el retorno a la Tierra de tres astronautas, el ruso Anton Shkaplerov, el estadounidense Terry Virts y la italiana Samantha Cristoforetti.

Actualmente Rusia está reformando su programa espacial, pero los expertos afirman que esta reestructuración va a tardar años ya que no hay una generación de recambio para reemplazar a los especialistas de la era soviética.

“Durante 20 años, el sector no ha sido financiado y el personal no ha sido entrenado”, explicó a la agencia Ria Novosti el parlamentario Valeri Gartung, que encabeza la comisión que se encarga del programa espacial.