Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) se acercaban el viernes a la joya arqueológica de Palmira, en el desierto sirio, mientras que en Irak se apoderaron de la mayor parte de Ramadi, la capital provincial en el oeste del país.

Además, el EI ejecutó a 23 civiles, entre los cuales 9 niños, en un poblado cercano a Palmira, informó este viernes una ONG.

“El grupo EI ejecutó con armas de fuego a 23 civiles, entre ellos 9 niños, en la aldea de Amiriyé, al norte de Tadmor (nombre en árabe de Palmira)”, indicó a la AFP Rami Abdel Rahmane, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). 

Según éste, miembros de familias de empleados del gobierno figuran entre las personas asesinadas.

“Los yihadistas se encuentran ahora a un kilómetro del sitio arqueológico de Palmira”, había afirmado antes el responsables del OSDH, con sede en Gran Bretaña.

“El régimen (sirio) ha enviado refuerzos a la ciudad y la aviación está bombardeando los alrededores de Tadmor”, añadió.

El sitio arqueológico, conocido por sus columnas romanas y sus torres funerarias, se encuentra en el sur de la ciudad de Palmira.

“Estamos muy preocupados” afirmó el viernes la directora general de la Unesco, Irina Bokova, en Beirut, que inscribió en 1980 el sitio en la lista del patrimonio de Humanidad.

“Monitoreamos la situación porque es un sitio antiguo romano, de mucho valor”, añadió, tras renovar su pedido “a todas las partes” a respetar el lugar. 

Según el OSDH, los combates se desarrollan al norte, el este y el sur de la ciudad, y han muertos 138 combatientes, entre ellos 73 soldados y 65 yihadistas.

En los pueblos situados cerca de Palmira, de los que el ejército se ha retirado, el EI ejecutó además a 26 civiles, diez de ellos por decapitación, “por colaboración con el régimen”, según el Observatorio.

El gobernador de la provincia de Homs (centro), del que forma parte este oasis situado en pleno desierto, afirmó en cambio que la situación está “bajo control”.

“El ejército envió refuerzos y la aviación está bombardeando posiciones” del EI, indicó a la AFP Talal Barazi.

En los últimos días, el EI tomó todos los puestos del ejército situados en la carretera entre Palmira y la localidad de Al Sujna, a unos 80 km.

El director de Antigüedades y de los museos sirios, Maamun Abdelkarim, llamó a la comunidad internacional a movilizarse para impedir una eventual destrucción de Palmira, lo cual sería “una catástrofe internacional”.

Hace más de un mes aparecieron en un video combatientes del EI destruyendo en Irak el sitio arqueológico de Nimrud.

Palmira fue un importante foco cultural del mundo antiguo, y se desarrolló con fuerza tras la conquista romana en el siglo I antes de nuestra era.

Su legendaria reina, Zenobia, se opuso al dominio romano, y siglos después se convirtió en una etapa clave de la histórica Ruta de la Seda, que llevaba mercancías desde el Extremo Oriente a Europa.

Expansión en el oeste de Irak

En Irak, el grupo yihadista se apoderó del principal complejo gubernamental en Ramadi, informó el propio EI y las autoridades iraquíes.

“Daesh (acrónimo árabe del grupo EI) ocupa ahora el complejo gubernamental en Ramadi e izó su bandera en el cuartel general de la policía para Al Anbar”, señaló a la AFP un alto mando de la policía que pidió el anonimato.

El EI, sunita, difundió un comunicado en el que afirma que sus combatientes “tomaron por asalto el complejo gubernamental en el centro de Ramadi, mataron a los renegados e hicieron estallar los edificios de la gobernación del Al Anbar”, antes de tomar el control del complejo.

El grupo yihadista designa como “renegados” a los combatientes de tribus sunitas aliadas del gobierno.

El conflicto en Siria, que se extiende desde 2011, ha dejado más de 220.000 muertos y provocado el desplazamiento de 3,9 millones de personas. 

El viernes el presidente estadounidense, Barack Obama afirmó que probablemente la solución a esta crisis no sea “militar” y que más bien se debe privilegiar una cooperación con las monarquías del Golfo y otros países de la región, como Turquía.