Los ex ministros de Hacienda, Alejandro Foxley, de la Democracia Cristiana, y el socialista Manuel Marfán, defendieron la gestión de Alberto Arenas, a quien calificaron como “un servidor público”, e indicaron que su salida obedece sólo a una lógica política.

Algo más crítico fue el ex ministro, también de la DC, Eduardo Aninat, quien sostuvo que Arenas “hizo lo que pudo” y que su destitución se debe al fracaso de la alianza público-privada que tanto buscó establecer con los empresarios.

Aninat, quien ha sido director de varias compañías, como Entel, Chile Tabacos y Colmena Golden Cross, sostuvo, muy en sintonía con el mundo privado, que el diálogo no sirve si no se acogen las propuestas de los empresarios.

Sobre el nuevo ministro de Hacienda, Aninat expresó que el arribo de Rodrigo Valdés es positivo y es una oportunidad para dinamizar la economía.

Lo mismo opinó el ex ministro de Patricio Aylwin, Alejandro Foxley, quien manifestó tener una muy buena opinión de Rodrigo Valdés, de su trayectoria profesional, su apertura al diálogo y su sabiduría, defendiendo el mutismo del nuevo titular de Hacienda, quien, transcurridos 4 días del cambio de Gabinete, se mantiene en “período de reflexión”.

Foxley aseguró que la gran tarea de Valdés será lograr que la economía chilena vuelva a tasas de expansión del 5 por ciento, pero con un crecimiento inclusivo.

En la misma línea se manifestó el ex ministro Manuel Marfán, quien expresó que el camino al desarrollo económico tiene como ingredientes el crecimiento y el avance de la población hacia una sociedad más igualitaria.

El nuevo ministro de Hacienda detallaría, la próxima semana, los énfasis que tendrá su gestión, como las medidas para reactivar la economía y la celeridad con la que se tramitarán las reformas y los proyectos de ley de su cartera.