La alcaldesa, Carolina Tohá, coen compañía de autoridades, vecinos y representantes de diversas empresas participaron en el anuncio de la nueva ordenanza municipal que busca desincentivar el uso de bolsas plásticas.

La iniciativa es parte de la puesta en marcha de las políticas públicas que fueron elegidas por la comunidad en la Consulta Ciudadana de octubre pasado. Allí, el 87,5% de los vecinos (cerca de 49.000 personas) se mostraron a favor de confeccionar una normativa que permitiera aumentar la protección del medioambiente a través del uso más restringido de ese tipo de elementos y traspasarlo a bolsas biodegradables o reutilizables.

El proceso se desarrollará en dos fases, la primera comenzará a regir 30 días después de la fecha de publicación en el portal electrónico municipal, es decir, en la segunda quincena de junio aproximadamente. En ella se incluirá el centro histórico y a partir del 1 de julio de 2016, toda la comuna.

En la oportunidad, se presentaron varias empresas y agrupaciones de comerciantes que vienen trabajando en conjunto con el municipio desde fines de 2014 y que serán las primeras en suscribirse a la ordenanza. Además, se recorrieron 4 locales de la calle Merced en las que actualmente se entregan bolsas reutilizables, e incluso, en los que la experiencia se ha ampliado a incentivar a sus clientes que usan ese tipo de empaque, con descuentos en sus productos.

Actualmente no existe normativa que permita prohibir completamente el uso de bolsas plásticas debido a que tampoco se han desarrollado normas legales que estandaricen o certifiquen los tipos de bolsas, por lo que la iniciativa busca dar un avance en esa línea.

Según estudios de Green LAB UC, cada habitante en Chile utiliza 200 bolsas plásticas al año en promedio, totalizando más de 3.400 millones de bolsas. En Santiago, se utilizan 62,2 millones de bolsas, sin considerar la población flotante.