Este 13 de mayo se conmemora el 127° cumpleaños de Inge Lehmann, una sismóloga danesa que derribó el mito de que nuestro planeta era hueco, como lo planteó años antes Julio Verne en su obra Viaje al Centro de la Tierra (1864).

Inge Lehmann (cc)

Inge Lehmann (cc)

Fue en 1936 cuando esta científica planteó las bases de la geofísica, al publicar P, su gran trabajo que postuló una discontinuidad sísmica en la estructura de la Tierra, que separaba el núcleo externo con el interno. De esta forma, contradijo con una serie de argumentos de peso, que nuestro mundo no es una esfera compacta e inactiva, y mucho menos hueca como se creía hasta la década de los años 30.

En su investigación reveló que el centro de la Tierra se divide en una esfera interna sólida y una parte que la envuelve de consistencia sólida, separadas por esta discontinuidad geológica, más tarde bautizada como Discontinuidad de Lehmann en honor a su nombre. Con este antecedente, numerosos fenómenos comenzaron a tener una explicación.

Fue durante su lectura de los sismogramas (registro del movimiento del suelo) donde Lehmann comenzó a sospechar que algo se escondía en el centro de la Tierra, puesto que observó una heterogeneidad en estos registros, lo que indicaría que el núcleo no era completamente líquido, y de alguna forma una parte sólida enviaba ondas hacia la superficie.

Esto lo verificó tras un terremoto en Nueva Zelanda, donde midiendo las ondas sísmicas llegó a la conclusión que el núcleo interno mide unos 2.440 kilómetros (70% del tamaño de la Luna). A su vez, estimó que éste tiene una temperatura muy elevada, probablemente entre 2.727 y 4.727 grados.

A su vez, el núcleo interno no giraría como el resto del planeta, sino que lo haría como un cojinete mediante la parte interna líquida, que mide unos 6.800 kilómetros de profunididad (dos veces el tamaño de la Luna). Ello explica el campo magnético terrestre.

A 79 años, las investigaciones apuntan han avanzado en la línea de rechazaer que el núcleo sea un objeto sólido, sino que tendría estructura detallada. Incluso, podría el núcleo tener su propio núcleo.

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Nacida en 1888, Inge Lehmann se crió en Copenhague en una familia de carácter progresista. Estudió en un colegio mixto, que no discriminaba condición social. Pero fue al crecer e irse a estudiar a la universidad británica donde conoció los baches de ser mujer, en una comunidad científica dominada por hombres.

A pesar de ello, hizo valer su esfuerzo, se tituló y en 1928 logró el reconocimiento -incluso antes de su histórico trabajo P- al ser nombrada como la primera jefa del departamento de sismología del recién creado Real Instituto Geodésico danés, un cargo que mantuvo durante 25 años, según resume La Voz de Galicia.

Tras su cambio de ver el mundo, Lehmann continuó aportando a la ciencia, publicando más trabajos y recibiendo homenajes a sus 100 años. En 1993 falleció a la edad de 104 años, dejando claro que no hay distinciones para sobresalir en el área que a uno le apasiona. Y ser de paso recordada por Google con un doodle.

https://youtu.be/wes3z6oPVZc