El fiscal de la Nación de Perú, Carlos Ramos Heredia, fue destituido el jueves, acusado de proteger a una red de corrupción desde un puesto que había desempeñado previamente, informó el Consejo Nacional de la Magistratura.

“La decisión ha sido por la destitución”, informó a la prensa un portavoz del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), cuyos miembros tomaron esta determinación por mayoría (5 de 6), un caso inédito en la historia del país.

Ramos, que puede apelar la decisión, estaba suspendido desde diciembre por orden del Consejo para facilitar las investigaciones y fue reemplazado interinamente por el magistrado Pablo Sánchez.

El CNM halló vínculos de Ramos con una red de corrupción liderada por el expresidente de la región de Ancash (norte), César Álvarez, actualmente preso por un caso denominado como ‘La Centralita’, el nombre que se dio a una oficina desde donde presuntamente se realizaban extorsiones e interceptaciones telefónicas.

Álvarez es acusado de cobrar coimas para entregar licitaciones en su región e incluso, según la fiscalía, de ordenar el asesinato de un opositor.

Ramos habría favorecido a la red de Álvarez, cuando se desempeñaba como jefe de Control Interno del Ministerio Público, cargo que ocupó antes de ser designado Fiscal de la Nación en mayo de 2014.

Según las pesquisas, que apuntan también a dos legisladores, Ramos promovió la destitución de los fiscales que investigaban a la red de Alvárez.

“No es una buena imagen para el Perú que se destituya a un fiscal de la Nación, pero es buena la reacción de corregir”, comentó el legislador Víctor Andrés García Belaunde, uno de los denunciantes de la trama de corrupción que implicó al fiscal.