Como humillante y una vergüenza, calificó Bejamín Silva, vicepresidente de la Fundación Emilia, el actuar de la fiscal que investiga el crimen vial de Juana Ruíz y Karen Meza, tras conocer la decisión del tribunal que revocó la prisión preventiva para el imputado en la causa. A juicio de Silva, lo insólito es el comportamiento de la persecutora por allanarse a la solicitud de la defensa, descartando toda responsabilidad de la jueza en el caso.

Más que un acto humillante de la justicia fue un acto humillante de la fiscal, quien estuvo de acuerdo con el cambio de la medida cautelar, cuando se supone que debe estar del lado de las víctimas, señaló Benjamín Silva, vicepresidente de la Fundación Emilia.

Esto, tras conocer que se acogiera la solicitud de la defensa del imputado en el crimen vial de Juana Ruiz y Karen Meza, revocando la prisión preventiva en la que se mantenía y otorgándole el beneficio de arresto domiciliario.

Se debe consignar que en este atropello múltiple, ocurrido en febrero de este año en avenida Errázuriz, también resultaron lesionadas otras 5 personas.

No hay dudas del efecto que provoca el acohol en la conducción cuando, el responsable de la muerte de Juanita y Karen, indicó Silva, se subió a la vereda en avenida Errázuriz y anduvo sobre ella por una distancia de 50 metros.

Es una vergüenza, agregó Silva, quien para evitar que este tipo de actos se repita ha propuesto homologar la conducción “en estado de ebriedad” a la de “bajo los efectos del alcohol” cuyo grado alcanza un 0,3% de alcohol en la sangre.

Luego de la Ley Emilia, agregó finalmente Silva, disminuyó de un 30 a un 50 por ciento el número de personas que mataron bajo la influencia del alcohol. Subir las sanciones, concluyó, sí tiene un efecto disuasivo.