A horas de que se cumpla el plazo autoimpuesto para definir el cambio de gabinete, la Presidenta Michelle Bachelet prefirió recluirse en su casa de la comuna de la Reina y no ir a La Moneda, para analizar –en estricta reserva – la situación de cada uno de los ministros. En tanto Rodrigo Peñailillo dejó listo el informe de gestión y se despidió de sus colaboradores, preparándose para abandonar el ministerio del Interior.

En su casa en el sector de La Reina Alta se quedó todo el día de ayer la presidenta Michelle Bachelet. La intención, según confidenciaron sus cercanos, fue reflexionar, analizar, para luego tomar una decisión sobre cuáles de los 22 de 23 ministros sacará de su gabinete, tal como lo anunció el miércoles en una entrevista televisiva.

Reflexión que explicaron las mismas fuentes, está orientada sobre la base de un listado de nombres, que recogió en coordinación con su jefa de gabinete Ana Lya Uriarte, y que se eligieron con total sigilo, telefoneando en algunos casos a los partidos respectivos con la discreción que los caracteriza.

Todo esto ocurre dentro del plazo de 72 horas que ella se autoimpuso para decidir -no necesariamente para anunciar- y que ha generado una verdadera ola de especulaciones de nombres para que reemplacen a los actuales ministros del comité político.

Uno de ellos es Jorge Burgos, encargado de la cartera de Defensa y que ha sonado como carta para llegar a La Moneda. Consultado éste se limitó a señalar que ha sido feliz en el ministerio donde está.

La Incertidumbre instalada en el Gobierno, que apunta a la continuidad de las autoridades, llevó a que en los pasillos de La Moneda se marche a un lento compás de espera. La única que tuvo actividades fue la ministra Segpres Ximena Rincón, la cual optó por materializar las reuniones que tenía agendadas.

En tanto la primera señal de despedida la dio el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien se dio tiempo para despedirse de sus colaboradores, evidenciando que ya está fuera de dicha secretaría de Estado.

Peñailillo eso sí, trabajó antes con su equipo asesor en la redacción de dos documentos, el primero relacionado con el resumen de su gestión, material que servirá para la confección del discurso del 21 de mayo, y un resumen ejecutivo de los proyectos de ley que a la fecha estén enviados, en trámite, aprobados y listos para su promulgación.

Incluso hubo abrazos efusivos y la mirada pensativa de quienes acompañaron a Peñailillo en el año de trabajo. Hasta se vieron personalidades ligadas al llamado G90 del PPD, facción de dicho partido que encabezó el otrora hombre fuerte de Bachelet, los cuales fueron a apoyarlo.

Pero ayer hubo otro hecho que marcó la jornada. La ex jefa de gabinete de Sebastián Dávalos, Erika Silva, que aún trabaja en la Dirección Sociocultural, reveló a través de Twitter detalles de cómo la presidenta Michelle Bachelet recibía consejos durante sus vacaciones, cuando explotó el caso Caval. Responsabilizó de todo lo ocurrido a Rodrigo Peñailillo, afirmando que éste fue quién le recomendó no volver. Eso sí dejó en evidencia que la jefa de Estado sí se enteró antes que por la prensa, de lo ocurrido.

22 ministros renunciados y con la ausencia de Michelle Bachelet en La Moneda, que aseguran asesores de la mandataria, no quiere decir que el país esté sólo, ni mucho menos las familias que están haciendo frente a los desastres naturales.