El Servicio Médico Legal (SML) de Valdivia entregó los restos de cuatro víctimas en la masacre de Chihuío, ocurrida durante la dictadura militar en octubre de 1973.

Se trata de Rosendo Rebolledo Méndez, José Barriga Soto, Sebastián Mora Osses y Narciso García Cancino, cuatro de las últimas personas que fueron identificadas.

Los hechos ocurrieron el 10 de octubre de 1973 cuando un convoy militar de los regimientos Cazadores y Maturana, llegaron hasta el fundo Chihuío en donde detuvieron, torturaron y enterraron en dos fosas comunes a 17 campesinos del sindicato Esperanza del Obrero del Complejo Agrícola y Forestal de Panguipulli.

Cinco años más tarde, en la operación Retiro de Televisores, agentes del Estado retiraron del lugar las osamentas con el objetivo de hacerlas desaparecer en el mar y así borrar los vestigios, sin embargo, en el sector quedaron restos que fueron analizados y tras lo cual se logró identificar a las víctimas.

Para el seremi de Justicia en Los Ríos, Alejandro Reyes, este dolor no es sólo de los familiares, sino que de la nación.

Los restos fueron entregados en pequeñas urnas, que estaban cubiertas por una bandera chilena. Sonia Mora, hija de una de las víctimas, dijo que nunca esperó reencontrarse así con su padre.

Isalde Barriga, hermana de otra de las víctimas, si bien valoró esta diligencia, reconoció que reabren heridas.

Por este caso hay otras seis víctimas reconocidas, faltando siete por identificar. Para la ministra de la causa, Emma Díaz, este trabajo no tiene fin.

Los restos de las víctimas están siendo velados en la casa de la memoria, para ser sepultados este viernes cementerio municipal de Valdivia.

Mientras que el SML continúa analizando distintas osamentas, en coordinación con un laboraTorio austriaco para lograr avanzar en la identificación de las restantes víctimas de la masacre de Chihuío.

Carlos López (RBB)

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