Desde la noche del miércoles, cuando la presidenta Michelle Bachelet anunció en una entrevista con Mario Kreutzberger que solicitó la renuncia a todos los ministros que componen el gabinete, la interrogante sobre quién permanecerá o se retirará de su cargo como secretario de Estado se apoderó del pacto electoral Nueva Mayoría.

Los cálculos en el Palacio de La Moneda, entre asesores de diversas divisiones, apuntan a que el número de candidatos a abandonar el Ejecutivo podría fluctuar entre 6 o 7. Ello contemplaría también enroques de carteras, sobre todo a nivel sectorial.

La única certeza que existe por el momento es que Heraldo Muñoz permanecerá como canciller, esto en el marco de los alegatos de la solicitud de excepciones preliminares presentadas por Chile sobre la demanda boliviana en la Corte Internacional de Justicia.

Sobre el comité político no son pocos los que afirman que habrá un cambio o cirugía mayor. Por esto internamente toma fuerza que al ministro de Hacienda y militante socialista, Alberto Arenas -el cual se encuentra en Nueva York- se le pudiera pedir que dé un paso al lado, a raíz de las diferencias que ha tenido con personeros de la Nueva Mayoría y también con el empresariado.

Ximena Rincón, de la Secretaría General de la Presidencia, y Álvaro Elizalde, de la Secretaría General de Gobierno, podrían sufrir enroques, aunque ello aún no está claro según sostienen en el Palacio.

Interior sería el punto más sensible para la mandataria por la cercanía que -de acuerdo a lo que todos advierten- mantiene con Rodrigo Peñailillo. Sin embargo, no queda duda que el manejo del caso Caval y el escenario que enfrenta por los boleteos a la empresa del operador político Giorgio Martelli, vinculado a SQM, lo debilitaron, por lo que su continuidad en Palacio ya nadie la pone en duda.

El presidente del PPD, el senador Jaime Quintana, acusó una campaña sistemática y sostenida de hostigamiento en contra del ministro del Interior, en medio del cambio de gabinete anunciado por Michelle Bachelet.

El parlamentario subrayó que el secretario de Estado contará con todo el respaldo de la colectividad, esté fuera o en el gabinete. No obstante, fustigó las críticas y el desprestigio a la vida personal y profesional que se llevó adelante en contra del titular del Interior.

El timonel del MAS, Alejandro Navarro, sentenció que lo importante es que los nuevos ministros o los que sean ratificados no tengan agenda propia, ya que no hay espacio para proyectos individuales. En ese sentido, declaró que el punto más complejo del cambio será la figura de Peñailillo.

El presidente del Partido Socialista, el diputado Osvaldo Andrade, fue enfático al señalar que independiente de los cambios, incorporaciones o ratificaciones, la colectividad apoyará cien por ciento la decisión de la mandataria.

Desde la bancada Comunista, la diputada Karol Cariola señaló que el partido está expectante de la determinación de la mandataria, por lo que se espera que la nueva conformación siga la línea del cumplimiento del programa de Gobierno.

Fuad Chahín, diputado de la Democracia Cristiana, manifestó que la decisión de la presidenta fue enfrentando la crisis política que vive el país, mismo ejemplo que a su juicio se debe replicar al interior de su colectividad.

El senador Ricardo Lagos Weber ratificó su respaldo al ministro Rodrigo Peñailillo, sin embargo, manifestó que le tocó un periodo muy difícil, y que es una realidad que en el último tiempo su imagen pública se vio debilitada.

Desde el miércoles corre el plazo de 72 horas anunciado por la presidenta para resolver el cambio de gabinete y los nombres de quienes integrarán y saldrán de su equipo.