El Tribunal de Apelación de París validó las escuchas telefónicas del ex presidente Nicolas Sarkozy por las que se le investiga por corrupción, anunció el jueves uno de sus abogados, una decisión que podría obstaculizar su carrera para las presidenciales de 2017.

Sarkozy, al frente del partido opositor UMP, está acusado de hablar con su abogado sobre la posibilidad de dar un trabajo lucrativo a un magistrado a cambio de conseguir información sobre otra investigación por corrupción relacionada con la financiación de su campaña.

“Contrariamente a lo que legítimamente esperábamos, el tribunal no ha aceptado nuestra petición de desestimar (estas grabaciones)”, dijo Paul-Albert Iweins, uno de los abogados de Sarkozy.

El dictamen supone otro golpe para Sarkozy, que regresó a la primera línea de la política el año pasado con la supuesta intención de presentar su candidatura en las elecciones presidenciales de 2017.

Los investigadores pincharon sus teléfonos después de que hubiera sido acusado de aceptar pagos ilícitos de la heredera de L’Oréal, Liliane Bettencourt, para su campaña presidencial de 2007, gran parte de ellos en sobres llenos de dinero.

Nicolas Sarkozy fue sobreseído en esta causa en 2013 por presunto abuso de debilidad de la multimillonaria francesa.

Pero durante la investigación, se produjeron nuevas acusaciones de que había hablado con su abogado sobre la posibilidad de darle a un alto magistrado del Tribunal de Casación, Gilbert Azibert, un jugoso trabajo en Mónaco a cambio de informaciones secretas sobre el caso Bettencourt.

Sarkozy fue acusado en julio de corrupción, tráfico de influencias y violación del secreto judicial del caso.

Azibert nunca consiguió el puesto en Mónaco pero, como el abogado de Sarkozy, Thierry Herzog, también fue acusado.

El equipo de abogados del expresidente intentó que se desestimaran las grabaciones, diciendo que suponían una violación de la privacidad de la comunicación entre el abogado y su cliente.

El tribunal de apelación las validó el jueves, pero los abogados de Sarkozy tienen previsto recurrir el fallo ante un tribunal superior.

Si Sarkozy es declarado culpable de los delitos de que se le acusan podría enfrentarse a un máximo de 10 años de prisión aunque los expertos legales dicen que una pena que implique una privación de libertad es improbable, incluso en el caso de condena.