Más de 225.000 personas, entre ellas cuatro cardenales y 22 obispos, han firmado una petición contra la posibilidad de que el Vaticano integre en la Iglesia a los divorciados que se han vuelto a casar o a los homosexuales, indicaron sus promotores en su página web.

La petición impulsada por el cardenal ultraconservador estadounidense, Raymond Leo Burke y dirigida al Papa Francisco fue lanzada en enero de cara al sínodo (reunión de obispos) sobre la familia previsto en octubre en el Vaticano.

Los firmantes están preocupados por la intención expresada el año pasado por algunos cardenales y teólogos de acoger dentro de la iglesia a divorciados que se han vuelta a casar, personas que viven en concubinato o homosexuales.

Para los conservadores la reforma más polémica, de la que habló el cardenal alemán Walter Kasper, considerado cercano al papa, sería la autorización de comulgar otorgada a algunos divorciados que se han vuelto a casar por lo civil a condición de que lleven cabo primero un “camino de penitencia”.