Una reunión destinada a iniciar formalmente una fase de vigilancia volcánica binacional entre Chile y Argentina, se desarrolló en Temuco en instalaciones del Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur, Ovdas.

La iniciativa es mancomunar los esfuerzos de ambos grupos científicos, tanto del Servicio Geológico y Minero Argentino, Segemar, como del Servicio Nacional de Geología y Minería, Sernageomin, para robustecer lo que ya existe, ayudar a que Argentina también disponga de una red propia y analizar las mejores opciones para disponer de información oportuna antes, durante y después de los ciclos eruptivos, según precisó la ministra de Minería de Chile, Aurora Williams.

El secretario de Minería y presidente del Servicio Geológico y Minero Argentino Segemar, Jorge Mayoral, precisó que durante una erupción volcánica los impactos directos, indirectos, acumulativos y sinérgicos afectan a los dos lados de la Cordillera de Los Andes.

Argentina busca superar el actual vacío de monitoreo volcánico, de los 15 volcanes más peligrosos de ese país mediante la asesoría técnica del Sernageomin, cuya Red vigila a 43 volcanes y ya trabaja en su ampliación.

Argentina espera tener cobertura de vigilancia conjunta a los volcanes fronterizos Lanín, Maipo, San José, Laguna del Maule y Planchón-Peteroa, además del Copahue, que ya dispone de estaciones del Sernageomin en suelo argentino.

La Red Nacional de Vigilancia Volcánica de Chile dispone de 355 estaciones y nodos de distribución de datos, instalados en los 43 volcanes más peligrosos del país, y actualmente se evalúa la ampliación de la red, que es la más extensa del planeta, seguida por los observatorios de Rusia en Kamchatka, que monitorea a 36 volcanes; Indonesia, con 30 volcanes y Alaska, con 24 volcanes.