Los cuatro ex prisioneros políticos que mantienen una huelga de hambre en la casa Prais de calle Prat completaron su día 17 en la extrema medida, en espera de una respuesta del gobierno a sus reivindicaciones, que tienen que ver con el mejoramiento de sus pensiones y por sobre todo con el cumplimiento de los tratados internacionales ratificados por Chile en materia de Derechos Humanos.

Según explicó Nelly Cárcamo, presidante nacional de la Unión de Ex Prisioneros Políticos de Chile, lo que se le está exigiendo al Gobierno es nada más que cumpla con los propios compromisos que se ha endosado voluntariamente, así como también que la presidenta Michelle Bachelet concrete los compromisos anunciados en su programa de gobierno, con los que de hecho se solucionaría gran parte de los problemas de al menos 40 mil chilenos, a su juicio.

Dichos requerimientos tienen directa relación con la aplicación de justicia, en todos sus términos, dejado de lado acuerdos que impiden conocer la verdad.

Respecto a las condiciones para bajar la huelga de hambre, Cárcamo afirmó que la mesa negociadora instalada en Rancagua espera una señal clara y real de un aumento en las pensiones para las víctimas de las dictadura.

Hasta el momento, son más de 100 los ex prisioneros políticos que mantienen la huelga de hambre en todo Chile desde hace 20 días, siendo en Osorno Mario González, Óscar Pérez, Víctor Valderas y Arsenio Martínez los que llevan adelante la peligrosa medida de presión.