Una semana lleva internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital San Pablo de Coquimbo, un joven gitano identificado como Jonathan Soto de 20 años, fue brutalmente golpeado por seis sujetos al interior del campamento gitano ubicado en el Puente Zorrilla de La Serena.

Según relató su esposa, Rosa California, la pelea se habría originado cuando Soto la defendió a ella de otro grupo de gitanos. “Empezó a pelear, vi como lo tiraron en el suelo con patadas, puñetes, con un fierro. Lo querían matar” manifestó la mujer.

Agrega que su esposo , con quien tiene dos hijos, lleva seis días en la UCI luego de la golpiza sin poder reaccionar.
El hermano de la víctima afirma que los atacantes al no poder reducirlo durante la pelea, le pegaron un fuerte golpe con un fierro en la cabeza. “Eran cuatro hombres que pelearon durante 30 minutos y luego le dieron el golpe en la cabeza para derribarlo”, dijo.

Tras esta agresión fue trasladado al recinto hospitalario porteño. Al respecto, Héctor Ugarte, jefe de la UCI del hospital de Coquimbo, afirmó que Soto ingresó con una fractura de cráneo con hundimiento y que requirió una intervención para sacar el hematoma y trozos de huesos.

“Está en la Unidad de Cuidados Intensivos y tiene una evolución grave con riesgo vital y no sabemos con qué secuelas pueda quedar de recuperarse”, señaló. Testigos señalan que fueron cuatro hombres y dos mujeres los responsables del ataque, pero sólo uno de ellos habría sido detenido.

José Soto, padre del joven gitano, manifiesta que lo que buscan como familia es que se haga justicia contra el grupo de agresores.

“Los tienen que detener ahora, por lo que les pasó a nosotros puede volver a repetirse, que le hagan lo mismo a otros gitanos o a cualquier persona”, indicó Soto.

Vecinos del sector señalan que en el campamento siempre existen conflictos entre los mismos gitanos, muchas veces generados por el exceso de alcohol.

“Siempre hay gritos o peleas entre ellos. Me llama la atención que exista bastante violencia intrafamiliar entre las parejas y nadie hace nada” relata una vecina del sector de calle Zorrilla.