Miles de guatemaltecos volvieron a las calles la tarde del sábado para exigir la renuncia del presidente Otto Pérez y la vicepresidenta Roxana Baldetti, a quienes acusan de consentir una estructura de altos funcionarios que cobraba sobornos en las aduanas y que se estima obtuvo ganancias millonarias.

“Volvimos porque (Pérez y Baldetti) no han renunciado”, dijo a la AFP en tono enérgico María de Pérez, una catedrática universitaria que cubría todo su cuerpo con una bandera de Guatemala, durante una manifestación masiva frente al Palacio Nacional, en el centro capitalino.

Desde el sábado pasado, miles de guatemaltecos indignados han protagonizado varias protestas para exigir a los gobernantes que abandonen sus cargos y se sometan a la justicia tras destaparse el 16 de abril la operación de una banda dirigida por el ahora prófugo Juan Carlos Monzón, exsecretario privado de Baldetti.

Los manifestantes insisten en que Pérez y Baldetti estaban al tanto del fraude, que dejó a la estructura ganancias por “montos millonarios” aún sin precisar.

El viernes, durante la marcha del Día de los Trabajadores, seis manifestantes se ataron con cadenas a la puerta del Palacio Nacional.

“Ya no queremos más corrupción e impunidad”, indicó a la AFP Angela López, de 34 años, una de las protagonistas de esa protesta.

La existencia de la red de sobornos, conocida como “La línea”, fue evidenciada tras una investigación de la Fiscalía y de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente avalado por la ONU para sanear el sistema judicial guatemalteco.

Según el presidente Pérez, quien ha manifestado varias veces que no abandonará el cargo, las pesquisas se iniciaron hace un año a solicitud del gobierno, que sospechaba de la operación de un grupo criminal en las aduanas del país, pero que desconocía la participación de Monzón, una persona de confianza en el Ejecutivo.

“Basta ya de políticos corruptos”, “Guatemala despierta” y “Roxana, cabrona, sos una ladrona”, se leía en las pancartas que portaban los manifestantes, que anunciaron otra protesta masiva para el próximo sábado y explicaron que no desistirán hasta que Pérez y Baldetti asuman su responsabilidad por el escándalo.