Son más de 210 millones de toneladas de cenizas las que ha expulsado el volcán Calbuco desde que entrara en erupción el pasado jueves. Gran parte del material cayó sobre las casas y campos de los vecinos que hoy luchan para retirar el grueso manto de sedimentos.

Sin dar tregua los habitantes de Ensenada y otras localidades cercanas a este macizo de la región de Los Lagos, hacen lo posible por sacar las cenizas, piedras y sedimentos volcánicos que ponen en riesgo la salud de sus familias y la de sus animales, que para muchos son el único sustento económico.

Personal de las Fuerzas Armadas y de Gobierno se sumó a los trabajos, cuya urgencia preocupa a los afectados por la proximidad de lluvias, según pronósticos, que transformaría la ceniza en barro, poniendo en serio peligro la integridad de sus casas. También se teme que las precipitaciones podrían provocar aludes y crecidas de ríos.

Imágenes de agencias UNO y AFP:

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