Por mandato del Segundo Tribunal Ambiental, la Superintendencia de Medio Ambiente reanudó un nuevo proceso de sanciones contra el proyecto minero Pascua-Lama -de la canadiense Barrick Gold- por diversos incumplimientos ambientales en 2013, y un segundo proceso de sanción por infracciones posteriores a esa fecha.

Éstas habrían sido detectadas durante inspecciones realizadas entre 2013 y 2015 al proyecto, las que se llevaron a cabo de forma programada, como también por denuncias presentadas por terceros. Tal es el caso de la comunidad del Huasco.

El superintendente del Medio Ambiente, Cristián Franz, señaló que los cargos se deben a incumplimientos relativos a las obligaciones establecidas en las Resolución de Calificación Ambiental respecto a la flora y vegetación, monitoreos sociales, monitoreo de glaciares, entre otros.

El vocero de la Asamblea por el Agua del Huasco Alto, Rubén Cruz, señaló que luego de 15 años de intervención en la naciente de la cuenca, la comunidad espera que la minera sea cerrada definitivamente, ya que su ejecución es inviable en la zona.

Para el director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales -OLCA-, Lucio Cuenca, la ejecución del proyecto es incompatible considerando la fragilidad de la zona a consecuencia de los aluviones que afectaron al norte del país, y que pone en riesgo a 70.000 ciudadanos.

El director ejecutivo de Barrick Chile, Eduardo Flores, señaló que “si bien en el pasado Pascua-Lama ha cometido errores y equivocaciones, ratificó la voluntad de la compañía de reiniciar un nuevo proceso que cumpla con la actual normativa, los compromisos sociales y también ambientales”.

La empresa tendrá diez días para presentar un programa de cumplimiento, o bien 15 días para sus alegatos ante la Superintendencia.