La organización Amnistía Internacional pidió el miércoles a los líderes europeos que actúen ya para acabar con la muerte de emigrantes en el Mediterráneo, un día antes de una cumbre de urgencia en Bruselas.

En un informe publicado el miércoles y presentado en París, la organización no gubernamental con sede en Londres exigió la puesta en marcha inmediata de una operación humanitaria “con barcos adecuados, aeronaves y otros recursos, patrullaje donde las vidas están en riesgo”.

Se teme que unas 800 personas se ahogaron cuando una embarcación sobrecargada que transportaba emigrantes naufragó el domingo, el peor de una serie de naufragios que se han cobrado más de 1.750 vidas este año -30 veces más que en el mismo período en 2014.

Los líderes europeos se reunirán en Bruselas el jueves para hacer frente a la crisis.

“Ya es hora de que la Unión Europea entienda que cerrar fronteras no lo es todo”, dijo en una conferencia de prensa Genevieve Garrigos, presidenta de Amnistía Internacional en Francia.

John Dalhuisen, director de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central, dijo que la cumbre es una “oportunidad histórica de poner fin a una tragedia humanitaria de proporciones titánicas”.

“La negligencia de Europa para salvar miles de emigrantes y refugiados que se libran al peligro en el Mediterráneo sería similar a la negativa de los bomberos a salvar a gente saltando de un edificio en llamas”, añadió.

La marina italiana suspendió su operación de búsqueda y rescate de emigrantes Mare Nostrum a finales de 2014 después de que los demás miembros de la Unión Europea rechazaron las solicitudes de fondos adicionales.

La suspensión de la operación ha “contribuido a un aumento espectacular de las muertes de emigrantes y refugiados en el mar”, afirmó Amnistía.

Además de proporcionar barcos y aviones, la ONG instó a los gobiernos europeos a brindar a Italia y Malta apoyo financiero y logístico.

Este miércoles, simpatizantes de Amnistía pusieron cientos de bolsas de cadáveres en la playa de Brighton, en el sur de Inglaterra, para criticar la respuesta de Gran Bretaña a la crisis.

“Hasta ahora, la respuesta del gobierno del Reino Unido ha sido vergonzosa, pero finalmente se han dado cuenta de la necesidad de actuar”, dijo Kate Allen, directora de Amnistía UK.