Argentina lanzó este martes un bono soberano por 500 millones de dólares en el mercado local mientras sigue abierto el litigio con fondos especulativos en Estados Unidos por un impago de la deuda.

Uno de los fondos demandantes, MNL Capital, objetó la licitación por considerarla “una transacción muy inusual” que podría estar violando el fallo del juez de Nueva York, Thomas Griesa, que trata de impedir al país operar en el mercado.

La oferta argentina de un Bonar 24, que puede ampliarse hasta los 700 millones de dólares, contempla una tasa fija de 8,75% y vence el 7 de mayo de 2024. Tendrá una amortización en seis cuotas anuales y consecutivas, la primera de las cuales vencerá en mayo de 2019.

NML forma parte de un 7% de acreedores que rechazó adherir a los canjes de 2005 y 2010 para la reestructuración del ‘default’ argentino declarado en 2001.

El 93% de bonistas aceptó los canjes, pero el fallo de Griesa impide a algunos acreedores cobrar los intereses de bonos emitidos bajo ley estadounidense, que el gobierno ha depositado desde julio de 2014.

Según un comunicado del ministerio de Economía, los fondos que se obtengan serán destinados a planes para la construcción de viviendas. Los bonos están bajo ley argentina.

Argentina ya había lanzado a principios de abril otra licitación de bonos soberanos con vencimiento en 2016 (Bonac 16) en el marco de su plan de financimiento en el mercado local, por unos 3.000 millones de pesos (339 millones de dólares).

Otra exitosa colocación anterior de títulos por 5.000 millones de pesos se había registrado el 27 de marzo.

Tras cancelar su deuda íntegra con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2006, el gobierno abandonó los mercados internacionales de crédito para financiarse con colocaciones internas y con los ingresos por exportaciones.

Los pagos soberanos se afrontan con las reservas del Banco Central que se mantienen en torno a los 31.500 millones de dólares.