La fiscalía mexicana y el departamento de Asuntos Internos de la policía investigan denuncias de que agentes habrían masacrado a 16 civiles durante un operativo realizado en enero en la convulsa ciudad de Apatzingán, informó el lunes el ministerio de Gobernación.

El pasado fin de semana, un reportaje publicado en la revista Proceso y el portal Aristegui Noticias denunció la supuesta masacre de 16 personas cometida por policías federales durante la madrugada y mañana del 6 de enero en un desalojo de expolicías rurales que protestaban frente a la alcaldía de Apatzingán.

Este reportaje contradice la versión oficial difundida entonces, que indicó que en el desalojo murieron nueve personas como consecuencia de enfrentamientos entre los expolicías rurales y la Policía Federal y por el fuego cruzado entre presuntos pistoleros.

Un día después de la publicación, el secretario (ministro) de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que la fiscalía general y Asuntos Internos de la policía federal están investigando el caso.

“Esperemos el resultado de la investigación y, con ello, ya podremos saber qué fue exacta y realmente lo que sucedió ese día ahí en Apatzingán”, dijo Osorio Chong a la prensa.

El sábado, antes de la publicación del reportaje, la Comisión Nacional de Seguridad -que controla la policía federal- informó en un comunicado que recibió un paquete anónimo con un video “del cual se puede inferir un uso excesivo de la fuerza o abuso de autoridad por parte de elementos de la Policía Federal” en Apatzingán, sin dar más detalles.

“Mátenlos como perros”

El reportaje, de la periodista Laura Castellanos, se basa en 39 testimonios anónimos, así como en videos, documentos y otros elementos con los que se hace una reconstrucción de la violenta jornada. El texto describe que las víctimas estaban desarmadas y que fueron ejecutadas por los policías federales.

“‘Mátenlos como perros’, gritaron los policías federales al atacar a tiros a un centenar de miembros y simpatizantes de la Fuerza Rural que estaban en plantón”, inicia el reportaje.

Los hechos violentos del 6 de enero siguieron al anuncio del gobierno de que serían desmanteladas las fuerzas rurales, integradas por exautodefensas que habían aceptado incorporarse a ese cuerpo legal de seguridad.

La crisis en Michoacán, un estado marcado por un importante nivel de tráfico y producción de drogas, se acentuó en 2013 con el levantamiento de autodefensas contra el cártel Los Caballeros Templarios.

En México permanece la indignación por el brutal ataque a tiros de policías corruptos de Iguala (Guerrero, sur) contra decenas de estudiantes en septiembre. Esa noche desaparecieron 43 alumnos que la fiscalía asegura que acabaron siendo masacrados por narcotraficantes.

La matanza de Apatzingán “podría ser un caso tremendo de violaciones de derechos humanos y de impunidad y de falta de respeto al estado de derecho, al debido proceso”, dijo a la AFP Raúl Benítez Manaut, experto en seguridad e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El crimen sucedió pocos meses después de otro escándalo que involucró a un grupo de militares detenidos por haber presuntamente ejecutado a sangre fría a al menos 12 delincuentes cuando ya había terminado un enfrentamiento a balazos en Tlatlaya, también en Guerrero.

“Esto podría ser una versión de Tlatlaya para la policía federal”, comentó Beníntez Manaut.