La simulación de un secuestro es una de las modalidades de estafa telefónica investigada por la PDI en Concepción. En ella los sujetos hacen creer a la víctima que uno de sus familiares ha sido secuestrado y por su “liberación”, deben pagar una cuantiosa suma.

La Brigada Investigadora de Delitos Económicos de la PDI penquista detalla que las denuncias realizadas, han permitido establecer ciertos parámetros de la estafa, como por ejemplo, en medio de la puesta en escena del delito, los supuestos captores parecen estar acompañados de más de una persona, con el objetivo de imitar los gritos desesperados del raptado, para conseguir información del entorno familiar.

Algo así vivió un auditor de Radio Bío Bío, que pidió reserva de su identidad, tras recibir el llamado de un supuesto detective “dado de baja por problemas de salud”, quien le solicitaba el depósito de 1 millón de pesos por el “rescate” de su hijo.

Al comienzo la víctima escuchó la voz de un niño que grita “Papá, papá, me tienen secuestrado”. No alcanza a agregar más ya que en ese instante le quitan el teléfono y se inicia el diálogo entre el supuesto secuestrador y el hombre.

Afortunadamente en este caso el auditor se dio cuenta que estaba siendo víctima de una estafa telefónica, y comenzó a grabar la conversación, donde incluso increpa a su interlocutor para que le devuelva a “Felipito”.

Recomendaciones:

A raíz de las numerosas denuncias por este tipo de delitos, la PDI ha entregado una serie de consejos para evitar caer en las manos de inescrupulosos.

- Identificar a quien llama. Preguntar el nombre completo, cargo y lugar de trabajo de la persona que llama y pedirle un teléfono de red fija para verificar la información entregada.

-Reservar datos personales. Antes de acreditar los datos del punto anterior, no entregue datos personales y, por supuesto, no compre las tarjetas solicitadas ni menos entregue los números secretos de las mismas.

-Personas hábiles, pero sin datos seguros. Recuerde que las estafas telefónicas son realizadas por personas con la habilidad para poder obtener sus datos, pero no tienen su nombre, dirección ni conocen a su grupo familiar. Lo que saben es lo que usted les revela en la conversación.

-Eduque a su entorno. Es importante que eduque a su núcleo familiar y empleados para que no caigan en estos fraudes y sean capaces de detectar estas situaciones e informar a la familia o a la policía.

-Evite poner en riesgo su integridad o su familia. Si enfrenta uno de estos llamados, limítese a informar a la policía y no vaya al encuentro de los estafadores cuando sean detectados.