Autoridades decidieron extender hasta el 30 de abril la última veda de sardina y anchoveta que terminaba este viernes. No obstante, si los monitoreos que se realizan arrojan una mejor talla del recurso, se podría abrir la captura en algunas zonas o en toda la región.

Desde la Subsecretaría de Pesca se decidió operar de una manera distinta a cómo se venía haciendo. Es decir, esta pesquería se encontrará con restricción de captura durante dos semanas aproximadamente, mientras que los monitoreos permitirán decidir si se abre no a la extracción.

Los últimos datos que se disponía del fin de semana pasado, siguieron arrojando ejemplares de baja talla con hasta 300 individuos por litro, cuando lo normal es un centenar para una talla de 8,5 centímetros que es el mínimo para su captura.

Lilian Troncoso, directora zonal de pesca, reconoce que esta nueva determinación representa un perjuicio directo a quienes se dedican a esto en el mundo artesanal, pero reiteró que las decisiones del Gobierno sólo tienen como finalidad la preservación de esta pesquería.

Este viernes y a partir de los episodios de malos olores que han afectado a Coronel y Lota, representantes de la pesca industrial fueron convocados a la Seremi de Salud para comprometer rigurosidad en sus procesos.

Macarena Cepeda, encargada de Medio Ambiente de Asipés, dijo que justamente el tamaño del pescado ha sido el detonante de la descomposición.

La nueva restricción de captura podría no obstante levantarse si es que los monitoreos de estos días entregaran luces de una mejor situación en alguna zona de pesca o en toda la región.

Se trata de una determinación que está lejos de las pretensiones de los tripulantes de naves artesanales que este jueves protestaron nuevamente en Concepción, pidiendo poder capturar en toda la región y por periodos prolongados.