El Tribunal de Garantía de Quillota, resolvió aceptar la suspensión condicional por dos años, para los imputados por las bombas de ruido de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica de Valparaíso, que impone la participación como monitores en programa de prevención de violencia escolar, entre otras medidas.

En la investigación, encabezada por el fiscal jefe de Viña del Mar, Pablo Avendaño, donde se agruparon los casos de la quema de un vehículo en calle 2 Norte de Viña del Mar y las bombas de ruido en el Supermercado Tottus de Gómez Carreño, se estableció que la motivación de los dos estudiantes fue el lograr la suspensión de una prueba.

Para la defensa de los dos jóvenes, el abogado Lisandro Godoy, no había mérito para que fueran condenados, ya que le legislación vigente al momento de la ejecución del hecho, fue modificada en fecha posterior.

El ruido fue tan mínimo-indicó- que ni siquiera se suspendieron las clases, y que, según los peritajes de expertos en explosivos, éstos no tenían el poder de provocar daños a las personas.

El tribunal resolvió, además mantener la reserva de la identidad de los imputados. Solamente se conoce su calidad de estudiantes de la Facultad antes mencionada.