Carlos Larraín, ex senador de Renovación Nacional, respondió a través de una carta dirigida a los consejeros y dirigentes de la colectividad a las acusaciones que apuntan a un eventual lazo entre el partido y Soquimich a través de una empresa relacionada.

Aunque no menciona a nadie, la declaración de Larraín, que aludiría a Lily Pérez, menciona a “una parlamentaria elegida en cupo Renovación Nacional me ha calumniado gravemente”.

La legisladora en cuestión, hoy representando a Amplitud, había solicitado transparencia en la indagación que como colectividad pidieron al SII para dilucidar los nexos entre la empresa Asetec -cercana a RN- y SQM.

Al respecto, Larraín señala que “por respeto al partido y a quienes lo componen”, declaró que “jamás fui abordado por nadie para que influyera en la forma que votarían nuestros parlamentarios en absolutamente ninguna materia”.

“La persona que me calumnia y que al hacerlo degrada al partido, fue promovida a secretaria general por el suscrito. Primer vicepresidente fue Baldo Prokurica, senador que también voto a favor del impuesto referido. Esto demuestra la absoluta independencia del suscrito y de RN respecto de la supuesta influencia externa ‘denunciada’”, añadió.

Finalmente, sentenció que “podría prescindir de la calumnia tan fácilmente refutada por venir de quien viene. La abordo no solo por una razón personal sino sobre todo porque nuestros militantes deben saber que sus dirigentes no son venales y procuran, según sus propias luces, servir al bien común”.

Revisa a continuación la carta de Carlos Larraín

Santiago, 8 de abril de 2015

Señoras y señores consejeros y dirigentes:

Una parlamentaria elegida en cupo Renovación Nacional me ha calumniado gravemente al decir que una compañía determinada, por el hecho de suscribirse a un informe periódico que desde 1990 circulaba en RN, controlaba la actividad política del suscrito y de nuestros parlamentarios en asuntos legislativos.

Por respeto al Partido y a quienes lo componen y mueven declaro:

1.- Yo no era Presidente de RN el año 2005 cuando la ley que creó el impuesto a la minería se discutió y promulgó. Asumí un año más tarde.

2.- Jamás, ni entonces, ni después cuando ocupé la presidencia de RN, fui abordado por nadie para que influyera en la forma que votarían nuestros parlamentarios en absolutamente ninguna materia.

3.- La persona que me calumnia y que al hacerlo degrada al Partido, fue promovida a Secretaria General por el suscrito. Primer Vicepresidente fue Baldo Prokurica, Senador que también voto a favor del impuesto referido. Esto demuestra la absoluta independencia del suscrito y de RN respecto de la supuesta influencia externa “denunciada”.

4.- El gobierno pasado subió el impuesto a la minería en 2010 para ayudar a la reconstrucción. Según registro oficial del Congreso, la parlamentaria en cuestión no concurrió a votar. Se puede asumir que tuvo algún fundamento para no votar a diferencia del resto de los parlamentarios RN que lo aprobaron, pero no puede
postularse que lo hiciera por instrucción de un tercero.

Podría prescindir de la calumnia tan fácilmente refutada por venir de quien viene. La abordo no solo por una razón personal sino sobre todo porque nuestros militantes deben saber que sus dirigentes no son venales y procuran, según sus propias luces, servir al Bien Común. No puede ignorarse que la disolución cultural y el derrumbe institucional triunfarán si se sigue socavando la confianza en las personas y en las organizaciones
estatales y sociales que funcionan bajo la concepción y el amparo de la Constitución y las leyes.

Aprovecho para hacer algunos comentarios generales. RN debe alzarse a las circunstancias para explicar sin vacilación que el largo periodo de paz social y desarrollo educativo y económico de que Chile ha gozado se debe en gran medida a la vigencia de una Constitución que, con flexibilidad inteligente, ampara el sistema republicano, el derecho a la vida y a la honra personal, la libertad de enseñanza y de trabajo.

El parloteo escandaloso de ventajeros y oportunistas ayuda en el proceso disolvente en curso pero la batida tiene una dirección y finalidad revolucionaria: debilitar al jefe de Estado, como se hizo implacablemente durante el gobierno anterior; desacreditar la organización de la República y su gobierno constitucional, con diferenciación de los poderes y a todos quienes han colaborado en el proceso democrático. La defensa hecha por
Carabineros de su rol institucional, debiera servirnos de ejemplo para resistir la deriva subversiva impulsada por sectores de todos conocidos y también por aquellos que se alimentan de la libre circulación de la nada.

El ataque contra RN y mi persona se encuadra en un descrédito institucional deliberadamente buscado. No se analizan ahora “las políticas” sino la legitimidad de “lo político” en si mismo. Así las cosas, pronto será la hora del salvador mesiánico que, nueva constitución ad-hoc en mano, refundara la República desde cero.

La combinación de la indiferencia y el odio fomentado puede ser fatal. Les animo a romper la inercia imperante y batallar por el bien de Chile.

Les saluda cordialmente,

Carlos Larrain P.