El arqueólogo y geólogo israelí, Arye Shimron, presentó esta semana los resultados de una polémica investigación, que asegura haber dado con la tumba de Jesús y su familia, la que incluía un hijo.

El trabajo, concluido luego de 35 años de excavaciones e indagaciones, afirma que el sepulcro encontrado en 1980 en el barrio de Talpiot, al este de Jerusalén, sí perteneció a la figura cristiana, según publicó el The Jerusalem Post.

El periodista y documentalista Simha Jacobovici, que trabajó con Shimron, detalló al medio israelí que luego de más de 150 pruebas químicas para conocer la antigüedad del sepulcro, se determinó que en lugar estaba también estaba un “Judah, hijo de Jesús”, además de su esposa, identificada como “María”, los que se leían en los costados de la tumba.

En específico, Shimron habría conseguido conectar el osario de Jacobo (o Santiago) -cuya existencia fue anunciada en 2002 y que contiene inscripciones que hacen referencia a la sepultura de Jesús- con el sepulcro de Talpiot, donde fueron enterradas la familia de Cristo y otras nueve personas.

En la tumba ubicada de Talpiot se hallaron numerosas inscripciones que se ajustan a la historia de Jesús, asegura Jacobovici. En un osario se dio con la inscripción “Jesús, hijo de José”, junto a él también “María”, “José”, otra “María”, “Yose” (un nombre asociado en el Nuevo Testamento con el hermano de Jesús ), “Mateo” y el más polémico de todos, “Judah, hijo de Jesús”.

Los osarios estaban en manos de la Autoridad de Antigüedades de Israel, ignorados, ya que los nombres José, María y Jesús, eran nombres comunes de la época. Sin embargo, tras consultar a un estadístico de la Universidad de Toronto, se notó que si bien era cierto, un porcentaje muy pequeño tuvo una madre llamada María y un hermano llamado José.

“Muchas personas creen que Jesús subió espiritualmente al cielo. Sin embargo, muchos otros creen que él se levantó, salió de la tumba, y se fue físicamente. Pero aquí hay una caja de huesos con su tumba, y eso no es bueno. Es teológicamente molesto para los cristianos”, aseveró Jacobovici.

De esta forma, se afirma que Jesús no subió a los Cielos, y se encuentra enterrado en Jerusalén junto a su supuesto hijo, Judah, golpeando la creencia que postulan los religiosos.

Shimron y Jacobovici están conscientes que este hallazgo no gustará mucho a la comunidad cristiana, sin embargo se defienden y aseguran que su investigación es puramente científica y no teológica.