Al menos 540 personas murieron y 1.700 resultaron heridas en combates en Yemen desde el 19 de marzo, indicó el martes en Ginebra la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El balance cubre hasta el 6 de abril, dijo el portavoz Christian Lindmeier.

Un portavoz de Unicef, Christophe Boulierac, dijo que “al menos 74 niños fallecieron y otros 44 resultaron heridos desde el 26 de marzo”, cuando se inició la ofensiva de la coalición árabe dirigida por Arabia Saudita para frenar el avance de los rebeldes chiitas en el país.

Pero la organización considera que el “número de niños muertos es mucho más elevado”.

Unicef estima además que un millón de niños no pueden ir a la escuela en Yemen por la violencia.

“Los niños deberían recibir una protección inmediata”, declaró Boulierac, quien indicó que el personal sobre el terreno trata de determinar cómo murieron los niños.

El portavoz explicó que los niños eran “víctimas de armas directamente” o de “consecuencias indirectas de este conflicto”, puesto que la violencia afecta a las infraestructuras de salud.

“Otro efecto indirecto es la falta de agua potable, una puerta abierta a numerosas enfermedades”, agregó, citando también la “interrupción de las vacunaciones por medidas de seguridad”.

Sobre el terreno, los combates se prosiguen entre los rebeldes chiitas y los partidarios del presidente Abd Rabo Mansur Hadi, apoyados por Arabia Saudita.

La violencia dejó por ahora más de 100.000 desplazados, según Unicef.