Un desenlace parecía perfilarse el jueves en las negociaciones de Lausana sobre el programa nuclear iraní, después de lograr, según Teherán, “progresos significativos” a lo largo de una nueva noche de conversaciones con las grandes potencias.

El grupo de grandes potencias de los 5+1, integrado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, China, Francia) y Alemania, negociaron con Irán “línea por línea” los principios de un primer acuerdo, según fuentes próximas a las negociaciones. 

“Hemos realizado progresos significativos, pero todavía no tenemos un acuerdo final”, declaró el jueves por la mañana el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, al tiempo que el negociador iraní encargado de las cuestiones técnicas, Ali Ajbar Salehi, decía que se empezaba a ver “luz en el horizonte”. 

Según Zarif, “se ha previsto hacer una declaración a los medios si las cosas avanzan hoy” (jueves).  “El resultado está lejos de ser inminente”, avisó, sin embargo, una fuente diplomática occidental.

Zarif y su homólogo estadounidense, John Kerry, mantuvieron conversaciones durante casi toda la noche, mientras se sucedían las reuniones bilaterales entre los otros ministros y los encuentros entre expertos.  

“Estamos a unos metros de la llegada, a sólo unas decenas de metros, pero sabemos que estos son siempre los más difíciles”, declaró el miércoles por la noche el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, que llegó a Lausana (Suiza) poco antes de medianoche. 

“La cuestión es muy importante porque se trata de una lucha contra la proliferación nuclear y en cierta forma, de la reintegración de Irán en la comunidad internacional”, consideró. 

Su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier, anuló en el último minuto un viaje que tenía programado a los países bálticos para quedarse en las negociaciones. 

Irán y las grandes potencias intentan llegar a un acuerdo de principio sobre el programa nuclear, que sirva de base para un texto final que se redactaría de aquí al 30 de junio.

La historia no ha acabado

La comunidad internacional quiere examinar el programa nuclear iraní y controlarlo estrechamente para asegurarse de que Teherán nunca se dotará de la bomba atómica, a cambio de un levantamiento de las sanciones que asfixian la economía de ese país.

Pero el compromiso esperado este jueves no marcará el fin de la historia. Incluso si los negociadores consiguen entenderse sobre los grandes “parámetros” y fijar directrices suficientemente precisas, los detalles técnicos no se clarificarán hasta el acuerdo final del 30 de junio. 

“Este es un acuerdo marco. No se trata de regular la cuestión de forma definitiva, se trata de fijar los parámetros del acuerdo final y de clarificarlos de forma suficientemente precisa para evitar todas las ambigüedades posibles  y que las disonancias queden mínimamente bajo control”, dijo un diplomático occidental.

“Llegar a un acuerdo de aquí al final de junio será una tarea inmensa y difícil”, avisó Zarif el jueves por la mañana. 

Kerry y Zarif necesitan un acuerdo de principio sustancial que les permita ganar tiempo ante sus bandos respectivos y poder enfrentar las hostilidades regionales contra cualquier tipo de compromiso. 

En este sentido, el ministro israelí de Inteligencia, Yuval Steintz, afirmó el jueves que, para Israel, reacio al acuerdo, “la opción militar está sobre la mesa” frente a la amenaza de un Irán dotado del arma nuclear, advirtió en la radio pública israelí. 

Puntos de tropiezo

En este tiempo, las conversaciones se han estancado principalmente en dos puntos: las sanciones y las labores de investigación y desarrollo nuclear que le permitirían a Irán dotarse de centrifugadoras más potentes.

La comunidad internacional sospecha que Irán quiera utilizar las centrifugadoras para enriquecer el uranio al 90% y dotarse de la bomba nuclear, algo que Teherán siempre ha desmentido.

La otra dificultad viene por las sanciones, que Irán pide que se retiren de forma inmediata a partir de la conclusión  de un acuerdo. 

“Quieren saber precisamente cómo serán suspendidas, abrogadas, en qué orden, cuáles… [sanciones]“, explicó un diplomático del 5+1. 

La retirada -progresiva o inmediata- de las sanciones y la forma de reimponerlas en caso de que Irán viole sus compromisos se está discutiendo en el seno del 5+1, en el que los rusos y los chinos, tradicionalmente reacios a las sanciones, están más dispuestos a levantarlas rápidamente que otros (Estados Unidos y Francia).