El holandés Max Verstappen se convirtió en el piloto más joven de la historia en puntuar en un campeonato de Fórmula 1 al acabar en el 7º puesto en el Gran Premio de Malasia disputado este domingo en el circuito de Sepang.

Un récord histórico que, al contrario de lo que suele ser habitual en la Fórmula 1, no podrá celebrar con champagne, ya que a sus 17 años aún no cumple con la edad mínima legal para beber alcohol.

“Es un gran día para mí. Estoy muy feliz por haber sumado mis primeros puntos en Fórmula 1 y haber acabado séptimo”, declaró entusiasmado el piloto de Toro Rosso.

En su segunda carrera en la disciplina, ya ha igualado además el mejor resultado de su padre, Jos, con un sexto puesto en la parrilla de salida.

“Me siento bien físicamente. Hacía mucho calor al final, pero aguanté”, añadió. “Es un gran paso para el equipo, no podríamos haber hecho un trabajo mejor hoy”, insistió.

Con 17 años y 180 días, Verstappen es el piloto más joven en haber debutado en Fórmula 1, superando en dos años el récord precedente establecido por el ruso Daniil Kvyat en el Gran Premio de Australia del año pasado.

A Verstappen será difícil ya que nadie le supere, porque tras su debut, la Federación Internacional de Automovilismo, decidió cambiar las reglas y ya no se podrá conceder la superlicencia para pilotar monoplazas de Fórmula 1 antes de cumplir 18 años.

Mientras el ganador de la carrera, el alemán Sebastian Vettel bebía champagne para celebrar su triunfo en el podio, el joven holandés tuvo que contentarse con las felicitaciones de su equipo, ya que en Malasia no se autoriza a beber alcohol a los menores de edad, por lo que tendrá que esperar al próximo año para cumplir con el ritual en ese país asiático.