Es una de las demandas fundamentales de las agrupaciones sindicales que, aseguran, producto de las exigencias para formar un sindicato, más del 50 por ciento de los trabajadores queda excluido de la reforma laboral, razón por la que es necesario ampliar la negociación a ramas productivas.

Sin embargo, el Gobierno no está dispuesto a incluir esta exigencia y mantendrá la negociación colectiva sólo en el marco de la empresa, rechazando una antigua recomendación de la OIT.

La ministra del Trabajo, Javiera Blanco, reiteró que el Gobierno está dispuesto a modificar su propuesta, que ha sido cuestionada por la Alianza, el oficialismo, el mundo académico y laboral, pero manteniendo la negociación a nivel empresa.

Por su parte, el vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Nolberto Díaz, manifestó su molestia con lo expresando por la ministra Blanco y aseguró que el Gobierno se equivoca rotundamente al no ampliar el marco de negociación.

Otro cuestionamiento del mundo sindical es una eventual excesiva intervención de la Dirección del Trabajo en el proceso de negociación colectiva, crítica que fue rechazada por el director del organismo, Christian Melis.

Postura distinta manifestó el académico de la Universidad Diego Portales, José Miguel Ugarte, quien expresó que el proyecto de ley de reforma laboral del Gobierno complejiza la negociación y obstaculiza la acción sindical.

La discusión en particular del proyecto de ley de reforma laboral comenzará el martes 7 de abril, en la comisión de Trabajo de la Cámara. Una instancia donde diputados oficialistas insistirán en incluir la negociación ramal, según aseguraron.