Una niña de 10 años murió el miércoles en Fayum, al suroeste de El Cairo, por la explosión de una bomba que había encontrado a la salida del colegio, anunció un responsable policial.

La explosión se produjo en la provincia de Fayum, a un centenar de kilómetros al suroeste de El Cairo, explicó este responsable.

La niña agarró el artefacto explosivo y le explotó en las manos, añadió la fuente, que no pudo precisar los motivos por los que la bomba estaba en ese lugar ni quién la habría dejado allí.

Los atentados son casi cotidianos en Egipto desde que el ex jefe del Ejército y actual presidente, Abdel Fatah al Sisi, ordenó destituir al islamista Mohamed Mursi en julio de 2013, pero los ataques se dirigen generalmente contra las fuerzas del orden.

Frente a los pequeños explosivos caseros que estallan en El Cairo y en otras ciudades de Egipto provocando poco más que ligeros desperfectos, los atentados más sofisticados se producen en el norte de la península del Sinaí, bastión de la rama egipcia del grupo Estado Islámico (EI), Ansar Beit al Maqdes. Estos últimos dicen actuar en represalia por la brutal represión que sufren en Egipto los partidarios de Mursi.

Horas antes, el miércoles, dos policías que hacían guardia frente a la embajada de la República del Congo en El Cairo fueron tiroteados por desconocidos que iban en moto y abrieron fuego contra ellos.

La semana pasada, otros dos civiles murieron por la explosión de un artefacto frente a un centro de recreo en las afueras de la capital egipcia.