Los rebeldes de Siria expulsaron este miércoles a las milicias prorrégimen de los sectores chiitas de Bosra el Cham, y controlan ahora toda esta gran ciudad del sur del país, indicó la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

“Al cabo de cuatro días de violentos enfrentamientos, rebeldes y combatientes islamistas expulsaron a las fuerzas de la defensa nacional y los comités de defensa populares que defendían los barrios chiitas que ocupan un 50 % de la ciudad”, afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.

La ciudad de Bosra, patrimonio mundial de la Unesco, es célebre por su teatro romano y unas ruinas paleocristianas.

Según el OSDH, los combates tuvieron lugar cerca de la zona arqueológica, pero la ONG no consiguió averiguar si los vestigios sufrieron algún daño.

Bosra, en la provincia de Deraa, es la cuna de la revuelta contra el régimen de Bashar el Asad iniciada en 2011. Esta ciudad en la que conviven sunitas y chiitas se encuentra a medio camino entre las ciudades de Deraa y Sueida, ambas en poder del ejército.

Los rebeldes que combaten al régimen son en su mayoría sunitas, como la población siria, mientras que el poder lleva casi medio siglo en manos del clan Asad, de la comunidad alauita, una rama del chiismo.