Continúan apareciendo nuevos antecedentes de la polémica ascensión de Juan Barros como obispo de Osorno este sábado, ceremonia que producto de las protestas y el enfrentamiento de fieles, dejó dos personas detenidas, una de las cuales sufrió una descompensación en la comisaría hasta donde fue trasladada, siendo derivada hasta el Hospital Base de la ciudad.

Se trataba de Aníbal Vargas, hermano del concejal osornino Carlos Vargas, quien denunció que un grupo de civiles lo agredió seriamente, destruyendo incluso sus lentes producto de los golpes.

Según el edil, se presume que habría sido personal de Carabineros sin uniforme los que agredieron a su hermano, cuestión que deberá ser aclarada, pues no es posible que funcionarios policiales estuvieran dentro de la Catedral San Mateo.

El hombre fue detenido junto a una dirigente de la organización de funcionarios de la salud Fenpruss, quienes fueron trasladados hasta las dependencias de la Primera Comisaría de Osorno.

La mujer fue dejada en libertad antes que el hermano del concejal Vargas, el que posteriormente tuvo un alza de presión que lo condujo a ser derivado hasta el Hospital Base San José, donde pasó los últimos momentos de su arresto.

Se trató de una de las tantas muestras del enfrentamiento entre quienes se encontraban en el interior de la iglesia, hechos encabezados por la propia agresión que sufrió Barros cuando ingresaba al pasillo central de la Catedral San Mateo.

Fue el vocero del Movimiento OLA de los laicos organizados, Juan Carlos Claret, quien detuvo parte de las agresiones hacia el obispo.

En conversación con Radio Bío Bío, Claret si bien criticó las acciones de violencia, aseveró que las entiende en el contexto en que se dieron, aún cuando remarcó que también serían responsables pastores evangélicos que se encontraban en el interior.

De hecho, hizo ver que si los laicos no hubiesen realizado un cordón en la zona anterior al altar, probablemente la situación se habría transformado, afectando la eucaristía que a esa hora se desarrollaba.