El Gobierno afirmó este sábado que no tiene sentido hacer “interpretaciones políticas” de la visita que hará el papa Francisco este año a Bolivia, en respuesta a las declaraciones del ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami, quién dijo que esto es un traspié para la diplomacia chilena.

El ministro portavoz de Gobierno, Álvaro Elizalde, fue el encargado de responder al líder del Partido Progresista (PRO), al afirmar que “no tiene sentido” hacer interpretaciones políticas al respecto y recordó que el propio Vaticano ha señalado que la visita del papa “es de carácter pastoral”.

“En ese sentido, carece de toda lógica que desde Bolivia, y peor aún, desde Chile se pretenda interpretar con una lógica distinta”, añadió Elizalde.

En declaraciones al diario El Mercurio, Enríquez-Ominami dijo que la visita del Papa a Bolivia es un traspié para la diplomacia chilena y la estrategia diplomática.

“En todos los foros multilaterales, Chile entra asustado, preocupado. En las instituciones multilaterales, también va a la defensiva, y Chile tiene que pasar a la ofensiva”, añadió el ex postulante a La Moneda.

Elizalde reiteró que “Chile tiene una postura clara de la necesidad del respeto irrestricto a los tratados internacionales, tiene sólidos fundamentos jurídicos y los ha expresado en las instancias correspondientes”.

“Así también se darán a conocer en los alegatos que se van a desarrollar en el mes de mayo, respecto a las excepciones preliminares que ha planteado nuestro país”, añadió.

En declaraciones a los periodistas el ministro subrayó que “la visita del papa es una visita de carácter pastoral y no tiene sentido que en Bolivia y menos aún en Chile, se pretenda interpretar con códigos políticos de distinta naturaleza”.

En 2013, el Gobierno de Morales presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) para exigir un fallo que obligue a Chile a negociar la reclamación boliviana, que perdió la salida al mar en una guerra librada contra su vecino a fines del siglo XIX.

Los representantes de ambos países asistirán entre el 4 y 8 de mayo a los alegatos orales para resolver la objeción de Chile respecto a la competencia del tribunal de Naciones Unidas para tratar la demanda de Bolivia.

Chile defiende que no hay temas limítrofes pendientes con Bolivia porque la frontera quedó definida en un tratado vigente desde 1904, y considera que el tribunal internacional no puede juzgar la demanda porque se constituyó después de ese año.