Con más 1.350 millones de usuarios activos, Facebook se ha convertido en una de las redes sociales más masivas del último tiempo. De hecho, es prácticamente extraño conocer a alguien que no tiene una cuenta en esta comunidad virtual.

En este contexto la conocida bloggera estadounidense Sharon Greenthal, fundadora del sitio Midlife Boulevard, escribió una columna donde expone qué cosas la gente no debiera hacer en este servicio considerando que son muchas las personas con las que compartimos en la plataforma.

“Facebook es una red SOCIAL. Social significa interactivo. Todo lo que publicas en Facebook posiblemente provoque una respuesta por parte de tus amigos. Si después de compartir algo, no piensas que tu post es divertido, o inteligente, o relevante, o interesante, lo puedes borrar”, señaló en su artículo de opinión recogido por el diario electrónico Huffington Post.

Revisa a continuación cuáles fueron las cosas que según Sharon no deben hacerse.

1. No amargues la felicidad de otros

“Facebook es una comunidad. Tus conexiones de Facebook, ya sean amigos íntimos o casi extraños, leen tus publicaciones cuando pasan por su página de inicio, digiriendo las pequeñas partes de ti que decides compartir. Si estás teniendo un día de mierda, empatizarán contigo. Si tienes algo que celebrar, se alegrarán contigo. Si publicas una foto, tienes más probabilidades de que la gente interactúe que con cualquier otro tipo de publicación”, dice la bloggera.

“Pero piénsalo bien antes de postear cosas que pueden ofender o deprimir a los demás. Si no te gusta el Día de la Madre, quizá lo mejor es que te mantengas apartado de Facebook ese día del año. Incluso más carga emotiva tiene el Día del Padre. Si el tuyo era un hijo de puta, puede que el jueves debieras desconectar de las redes”, añadió.

2. La mafia médica

“Me molesta cuando la gente -no doctores ni enfermeros, sino una persona cualquiera- escribe algo sobre los peligros de la medicina convencional y los tratamientos médicos con enlaces a artículos sobre los efectos milagrosos de los anacardos o de los batidos de hortalizas para tratar cualquier cosa, desde enfermedades mentales hasta el cáncer terminal”, señala Greenthal.

A ello añade “que un profano en la materia prescriba una cura para una enfermedad no sólo es irresponsable, sino insultante para las personas que utilizan una medicación convencional. Y a las personas que están haciendo frente a una enfermedad y ven esos posts les puede producir miedo e incertidumbre hacia los consejos médicos y las decisiones deliberadas que han tomado”.

“Nunca se sabe; lo que tú dices puede ser el motivo por el que alguien con depresión clínica deje su medicación y tenga una crisis, o incluso peor. Una cosa es que abras un debate sobre cuál es la mejor medicina contra la alergia. Otra cosa es proclamar que todos los medicamentos son malos y que si comes bien y respiras hondo, puedes curar todos tus males”, manifestó.

3. Presumir con falsa modestia

La bloggera dio algunos ejemplos de estados:

- “¡Uf! No soy capaz de decidirme entre un crucero por el Mediterráneo o un resort en Cabo San Lucas. ¡Se aceptan sugerencias!”
- “¡Oh, Dios mío! Tengo la bandeja de entrada tan llena que no voy a poder leerlo todo. ¡Hasta arriba!”
- “Oprah quiere leer el borrador de mi próxima novela. No sé si debo estar feliz… ¡Es tan crítica!”

Sharon dice que “si tienes buenas noticias, compártelas. No lo conviertas en una oportunidad para que tus amigos proclamen lo maravilloso que eres. Pueden hacerlo sin necesidad de que publiques estas cosas”, ni hacerte el humilde, cuando en realidad eres un presumido.

4. Andarse con medias tintas

“Me refiero a esos posts que aluden a algo muy bueno o muy malo sin dar ningún tipo de detalle:

- ‘No puedo creer que un amigo me haya tratado así. Lección aprendida’
- ‘El mejor día DE MI VIDA. ¡Nada volverá a ser igual!’
- ‘No hay nada que pueda arreglarlo. Qué asco de día’
- ‘Ahora mismo les encantaría estar en mi lugar. ¡Qué alegría!’

“Vamos, o cuentas o no cuentas. Lo único que haces con estas actualizaciones es manipular a tuss amigos de Facebook para que pregunten “¿por qué?”, “¿qué te pasó?”, “¿estás bien?”, “¿cuál es la buena noticia?”. Si de todas formas vas a contestarles, dilo. Si no se lo vas a contar, entonces no compartas nada en Facebook”, recomienda.

Como conclusión, la bloggera plantea lo siguiente:

“Si vas a casa de una amiga y su madre está pasando allí la tarde, ¿le dirías que te pone triste porque tu madre es una arpía?…Si fueras a visitar a un amigo al hospital, ¿le dirías que dejara su tratamiento que seguramente necesita con urgencia?…¿Llamarías a un amigo para decirle “¡Me acaban de dar la mejor noticia de mi vida!” y luego colgarías?…¿Te mostrarías excesivamente crítico con tus logros frente a tu jefe? ¿O con tu familia?”,

Sharon afirma que Facebook es más que un lugar en el que dices lo que crees y sientes. “Es un lugar en el que los demás leerán tus posts y reaccionarán. No es una sala de conferencias, sino un barrio. Piensa lo que vas a decir y plantéate si se lo contarías a más de 500 personas a la cara. No estás gritándolo en una sala vacía. Estás retransmitiéndoselo a todos tus amigos de Facebook. Con tus contactos virtuales deberías ser tan considerado como con tus conocidos en la vida real”, manifiesta.