Tres organizaciones internacionales ambientalistas denunciaron que persiste la tala ilegal y las amenazas contra indígenas en Perú, seis meses después del asesinato de cuatro líderes amazónicos a manos de supuestos traficantes de madera en una zona fronteriza con Brasil.

“Pedimos proporcionar una protección estatal efectiva y constante para las comunidades de la región Ucayali, que asegure su seguridad física, así como a conservar los bosques en que viven”, señalaron Rainforest, Global Witness y Alexander Soros Foundation, en una declaración conjunta tras visitar la zona.

Una delegación de estas organizaciones se trasladó a la comunidad de Saweto para verificar la situación luego que el 1 de septiembre de 2014, cuando traficantes asesinaron a cuatro dirigentes nativos, entre ellos el líder forestal Edwin Chota.

El crimen de Chota alcanzó repercusión internacional debido a que era una figura pública y referente para grupos ambientales y medios de prensa por su defensa de los bosques amazónicos.

En Saweto, los nativos les señalaron que la tala ilegal y las amenazas continúan a pesar de la creación de una estación policial con 25 agentes en septiembre.

“Pedimos que el gobierno peruano actúe agresivamente para dar seguridad a las comunidades indígenas”, dijo Tom Bewick, de la estadounidense Rainforest durante una conferencia de prensa en un hotel de Lima.

“La estación de policía se construyó al lado de la zona donde viven los madereros ilegales, pero no hacen nada por nuestra seguridad”, afirmó Diana Ríos, hija de uno de los dirigentes amazónicos asesinados, que denunció que su esposo fue golpeado por traficantes de madera en noviembre último.

Los grupos ambientalistas exhortaron al gobierno de Ollanta Humala a realizar una “investigación exhaustiva de la tala ilegal en la zona”.

Patrick Alley, de Global Witness, reiteró la advertencia hecha por su organización en noviembre, de que Perú es uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser activista ecológico.

En reacción al crimen, Perú nombró un alto comisionado contra la tala de madera ilegal. De su lado la fiscalía informó que se detuvo a un peruano-brasileño sospechoso de la muerte de Chota.

Un informe del Banco Mundial, de 2012, estima que al menos el 80% de la madera que exporta Perú, cuyo principal mercado es China, es ilegal.

En los últimos años mafias dedicadas a la tala ilegal en la Amazonia del Perú ingresan a zonas bajo dominio indígena a extraer madera y desarrollan sus actividades sobre amenazas a las comunidades, una situación que se agrava por la falta de titulación de las tierras.