La exhumación de los cuerpos de miristas muertos en Neltume durante la dictadura reveló que sus nombres estaban cambiados, debiendo ser reconocidos por vestimentas depositadas en bolsas plásticas. La abogada querellante valoró las diligencias que, según dijo, vincula los asesinatos con el desaforado diputado de RN Rosauro Martínez, a quien los familiares exigen que pida perdón.

Se trató de los cuerpos de Próspero del Carmen Guzmán Soto y José Eugenio Monsalve Sandoval, diligencia que se sumó a la efectuada en Valdivia, donde se exhumaron los restos de Patricio Calfuquir.

Los tres miristas murieron en el sector de Remeco Alto de Panguipulli el 20 de septiembre de 1981, hecho que mantiene procesado al desaforado diputado Rosauro Martínez, quien fue acusado por homicidio calificado luego de que se comprobaran sospechas fundadas en su participación en las muertes cuando era capitán del Ejército.

La ministra de la Corte de Apelaciones de Valdivia, Emma Díaz, confirmó que después de 7 horas se logró encontrar los restos óseos de ambos miristas.

Sin embargo hubo complejidad al inicio de la diligencia, ya que los nombres estaban cambiados debiendo ser los familiares quienes -tras revisar las vestimentas- lograran identificar a las víctimas.

Mientras que la abogada de los familiares, Magdalena Garcés, aseguró que este proceso se suma a una serie de antecedentes que establecen la responsabilidad de Martínez en dichas muertes.

En tanto Vitalia Monsalve, la hija de José Eugenio Monsalve, dijo que junto a que se haga justicia buscan que el cuestionado parlamentario pida perdón, reivindicando el nombre de su padre y del resto de los miristas asesinados.

Hasta el cementerio de Punahue, en la localidad de Neltume, llegó una veintena de familiares y amigos de los miristas, quienes en todo momento observaron de forma sigilosa las labores del Servicio Médico Legal que ahora deberá enumerar las piezas óseas para trasladarlas a Santiago.