El equipo encargado de la búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes está “convencido” de haberlos encontrado entre fragmentos de huesos descubiertos en una cripta de un convento de Madrid, un año después del inicio de sus trabajos.

“A la vista de toda la información generada en el caso de carácter histórico, arqueológico y antropológico, es posible considerar que entre los fragmentos de la reducción localizada en el suelo de cripta de la actual iglesia de las Trinitarias se encuentran algunos pertenecientes a Miguel de Cervantes“, dijo el antropológo Francisco Etxeberría, coordinador del equipo multidisciplinario.

“Son muchas las coincidencias y no hay discrepancias”, añadió Etxeberría, quien reconoció que no se han podido rastrear indicios de las heridas sufridas por el escritor en la batalla de Lepanto.

En la batalla naval de Lepanto, que la Santa Liga formada principalmente por España, Venecia y la Santa Sede ganó a los turcos en 1571, Cervantes recibió dos heridas de arcabuz en el pecho y una en la mano izquierda, que le quedó inútil, por lo que fue conocido como “el manco de Lepanto”.

“No hemos podido verificar esa circunstancia porque el nivel de conservación del hueso no lo ha permitido, no hemos podido descubrir ningún síntoma de patología traumática”, dijo el antropólogo.

Todos los miembros del equipo estamos convencidos de que tenemos entre esos fragmentos algo de Cervantes, pero no obstante no lo puedo decir en términos de certeza absoluta“, añadió.

Los restos apuntados / Ayuntamiento de Madrid

Los restos apuntados / Ayuntamiento de Madrid

“Las coincidencias y las no discrepancias de la articulación de los elementos de carácter histórico, antropológico y arqueológico nos llevan a considerar que ahí estaría Cervantes en términos razonables”, explicó.

“No va a haber una individualización confirmada por la genética”, afirmó, por su parte, la arqueológa Almudena García Rubio, reiterando lo que ya había avanzado el equipo al inicio de la búsqueda en marzo del pasado año.

Aunque los restos hubieran estado bien conservados para las pruebas de ADN, la única descendencia actual de la familia de Cervantes proviene de su hermano Rodrigo “y después de doce generaciones el ADN que pudiera tener en común con Cervantes es mínimo”, había afirmado entonces el historiador Fernando de Pardo.

Los considerados restos del más grande de los autores españoles han aparecido en la cripta de la iglesia del Convento de San Ildefonso de las Madres Trinitarias, en el conocido como barrio de las Letras, en el centro de Madrid.

Nacido en 1547 en Alcalá de Henares, cerca de Madrid, el autor de Don Quijote de la Mancha vivió sus últimos años en ese barrio madrileño, falleciendo el 22 de abril de 1616.

Cervantes fue enterrado en la iglesia del Convento de San Ildefonso de las Madres Trinitarias el día 23, fecha que ha quedado como la oficial de su muerte, dado que en esa época se consignaba el entierro como fecha del óbito.