A dos semanas de que termine el plazo, las negociaciones sobre el programa nuclear iraní entraron este lunes en una fase crítica, con una reunión en Suiza entre el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo iraní, Mohamad Javad Zarif.

Kerry y Zarif, cuyos países rompieron relaciones diplomáticas hace 35 años, posaron para los fotógrafos antes de entrar a la sala de reunión en Lausana a las 08H00 (04H00 de Chile), sin formular declaraciones.

Las potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) e Irán tienen de plazo hasta el 31 de marzo para alcanzar un acuerdo político, que garantice más allá de toda duda la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní.

A cambio de esas garantías, Irán obtendría el levantamiento de las sanciones internacionales que afectan gravemente a su economía.

En la reunión también participaban el secretario estadounidense de Energía, Ernest Moniz, y el jefe de la Organización Iraní de Energía Atómica (OIEA), Ali Akbar Salehi.

El domingo, John Kerry declaró en una entrevista a la cadena CBS que tenía esperanzas de llegar a un acuerdo, pero reconoció que todavía existían “divergencias importantes”.

Por su parte, Zarif también dijo que esperaba llegar a “soluciones durante los próximos días”.

Si el grupo 5+1 e Irán llegan a un acuerdo político antes del 31 de marzo, los expertos tendrán que negociar un acuerdo completo, con todos los detalles técnicos, antes del 1 de julio.

Los negociadores deberán entonces redactar un documento que especifique las garantías del carácter pacífico del programa nuclear iraní, y defina los controles de las infraestructuras iraníes, la duración del acuerdo y el calendario del fin de las sanciones.

En cuanto al ritmo de levantamiento de las sanciones, Irán y el 5+1 tienen posiciones diferentes.

Irán quiere que la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea pongan fin simultáneamente a las sanciones que la asfixian económicamente y la aíslan diplomáticamente.

La posibilidad de un acuerdo entre las grandes potencias e Irán molesta profundamente a Israel, que el martes celebra elecciones legislativas.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, no para de repetir que Irán quiere dotarse de la bomba atómica, y ve con muy malos ojos los contactos de Estados Unidos con Teherán, su principal rival en la región.

La oposición a un posible acuerdo con Irán también se manifestó en el Congreso estadounidense, controlado por los republicanos, donde Netanyahu expuso sus críticas.

Además 47 senadores cuestionaron públicamente en una carta la legalidad de un eventual acuerdo con Irán.

Después de la entrevista con Kerry, Zarif debe viajar este mismo lunes a Bruselas para entrevistarse con los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, el Reino Unido y Alemania.

El martes todas las delegaciones deben volver a Lausana para reanudar las negociaciones en una reunión plenaria.