El “drag racing” es conocido como un deporte extremo y bastante peligroso, por lo que los accidentes automovilísticos suelen estar a la orden del día en estas infartantes carreras de 20 segundos.

La razón por la cuál suelen ser tan peligrosas radica en la velocidad que alcanzan estos autos versus el largo de la pista, ya que los bólidos pueden llegar fácilmente a los 450 Kilómetros por hora en una distancia muy corta, por lo que los reflejos de los pilotos deben ser tan importantes como la calidad de la máquina.

En la más reciente carrera realizada en Florida, Estados Unidos, el piloto Larry Dixon fue víctima de lo extremo de estas competiciones, volando literalmente sobre la pista.

Dixon arrancó con su auto a más de 450 Kilómetros por hora y a la mitad de la carrera el bólido se partió por la mitad, en una escena dramática que pudieron presenciar los asistentes al evento.

Durante segundos se pensó lo peor, pero milagrosamente el piloto logró salir ileso del impresionante accidente que lo hizo volar por varios metros, una situación que no contará dos veces.