Irán y Estados Unidos abren este domingo en Suiza una nueva ronda de negociaciones para comenzar a sellar un acuerdo político sobre el programa nuclear de Teherán, cuando se acerca el plazo límite establecido para el diálogo y tras 18 meses de difíciles conversaciones.

Mohamad Javad Zarif, ministro iraní de Exteriores, llegó este domingo con su equipo a Lausana, después de la delegación estadounidense.

No hubo declaraciones a la prensa apostada a la entrada del hotel Beau Rivage.

Tras 12 años de tensiones internacionales y 18 meses de negociaciones entre la república islámica y las potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia, China y Alemania), se estableció como último plazo el 31 de marzo, para un acuerdo político que garantice que Irán no pueda construir una bomba atómica.

A partir de ahí debe alcanzarse un acuerdo completo, que incluya los detalles técnicos, antes del 1 de julio.

Este fin de semana, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, matizó las expectativas sobre un acuerdo.

“Mi esperanza es que en los próximos días esto sea posible”, dijo Kerry a la cadena CBS en una entrevista que se difundirá el domingo, y de la que se ha difundido un breve extracto.

Durante una rueda de prensa el sábado por la mañana en Sharm el Sheij, durante una conferencia de inversores en Egipto, el secretario de Estado norteamericano se mostró prudente sobre un eventual acuerdo.

“Hemos hecho algunos avances, aunque todavía quedan brechas importantes”, había declarado Kerry, para quien “el objetivo de las negociaciones no es simplemente llegar a un acuerdo, sino conseguir el acuerdo adecuado”.

El diplomático norteamericano recordó que todavía no hay certeza sobre el acuerdo.

“El tiempo apremia”, dijo, y reiteró que el presidente estadounidense, Barack Obama “no va a permitir que Irán tenga armas nucleares”.

En caso de llegar a un acuerdo en la próximas dos semanas, los equipos negociadores tendrán hasta finales de junio para terminar el marco técnico del acuerdo.

Estas negociaciones tienen como objetivo garantizar que el programa nuclear de Teherán no tenga un objetivo militar y establecería además controles para las instalaciones y un calendario para levantar las sanciones que asfixian a la economía iraní.

Después de su reunión con Kerry, se espera que Zarif viaje a Bruselas para entrevistarse con los ministros de Exteriores de Francia, Gran Bretaña y Alemania. El martes todas las delegaciones deben volver a Lausana.

El tiempo apremia

El presidente Obama ha colocado este tema como una prioridad, poniéndolo en aprietos con su aliado histórico en Medio Oriente, Israel.

Este mes la oposición republicana invitó al Congreso al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien expuso en el Capitolio sus argumentos contra el acuerdo, cuya legalidad también fue cuestionada por 47 senadores en una carta.

En Irán se espera el discurso del ayatolá Ali Jamenei, con motivo del año nuevo iraní, después de que el líder supremo haya expresado a menudo sus recelos frente a Estados Unidos.

Si bien se han logrado avances hacia un acuerdo final, ambas partes difieren en varios asuntos clave, como la capacidad que conservará Irán de producir uranio enriquecido, que puede ser utilizado como combustible nuclear, pero también como núcleo para una bomba. Otro punto de fricción es el calendario para levantar las sanciones económicas contra Teherán.

Después de que ya se traspasara el plazo inicial fijado en julio pasado y la primera extensión programada para noviembre, establecer una nueva prórroga se proyecta difícil.

“No hay tiempo para extensiones adicionales de los plazos, dijo a la AFP Kelsey Davenport, analista de la Asociación de Control de Armas, con sede en Washington.

“Después de marzo, se hará más difícil contener cualquier medida legislativa en el Congreso (de Estados Unidos) para sabotear un acuerdo”, advirtió el experto.