La ciudad de Valparaíso, azotada por un violento incendio desde el viernes, es un gran puerto del centro de Chile declarado en 2003 Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, cuya escarpada topografía y precarias viviendas favorecen la propagación del fuego.

Ubicada sobre la costa del océano Pacífico a 120 km al noreste de Santiago, la ciudad es famosa por las coloridas casas que cuelgan de sus más de 40 cerros que forman un anfiteatro natural.

La ciudad es visitada cada año por turistas que recorren sus calles entrelazadas, sus ascensores sobre rieles, sus escaleras entre las casas pegadas unas a otras, así como una de las residencias (ahora museo) del poeta Pablo Neruda.

Con 270.00 habitantes, la ciudad sede del Congreso Nacional de Chile registra un nivel de pobreza superior a la media nacional y necesita un mayor desarrollo económico.

La zona de Valparaíso donde se declaró el incendio fue la misma que quedó devastada en abril de 2014 en un incendio que duró ocho días y dejó 15 muertos y miles de damnificados. Más de 3.000 viviendas quedaron destruidas.

Iván Poduje, profesor de urbanismo en la Universidad Católica de Santiago, explicó entonces a la AFP que los barrios pobres, construidos con materiales precarios en zonas de riesgo, como quebradas, muchas veces abandonadas y sin servicios de agua y alcantarillado, favorecieron el rápido avance del mayor incendio en la historia de la ciudad.

Valparaíso jugó un papel geopolítico de gran importancia en la segunda mitad del siglo XIX cuando su puerto era escala obligada de los barcos que viajaban del océano Atlántico al Pacífico, atravesando el peligroso estrecho de Magallanes.

Los emigrantes que llegaban de Europa para poblar el país convertían a Valparaíso, llamada “La Perla del Pacífico”, en la ciudad más cosmopolita de Chile.

La principal riqueza de la ciudad es la llegada de turistas atraídos por los vestigios de un pasado glorioso que terminó a principios del siglo XX luego de la apertura del Canal de Panamá.