El Gobierno salió al paso de las críticas del rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez, quien cuestionó el proyecto de gratuidad universal anunciado por el Ejecutivo en el marco de la reforma educacional.

Sánchez, durante el inició de su segundo periodo al mando de la PUC, criticó la iniciativa, que se constituyó como promesa de campaña, afirmando que es más efectivo implementar becas que contemplen las reales necesidades de apoyo económico de los estudiantes.

La máxima autoridad de la casa de estudios confesional reiteró que la prioridades en torno a la discusión debe ser el fortalecimiento de la calidad, el acceso y el financiamiento de todo el sistema.

Desde el Ejecutivo respondieron a los dichos del rector Sánchez. El vocero de Gobierno, Álvaro Elizalde, aseguró que el compromiso es avanzar en la gratuidad del conjunto del sistema.

El senador del Partido Socialista, Carlos Montes, señaló que si se hiciera una encuesta entre los estudiantes de la Universidad Católica sobre gratuidad, la mayoría pensaría muy distinto a su rector.

Desde el Gobierno subrayó que la reforma educacional se implementará escuchando a todos los sectores, pero que el compromiso con la gratuidad es claro, pues la actividad no puede ser vista nunca más como un bien de consumo.