Para este fin de semana Metro de Santiago anunció que para los días sábado y domingo próximos se mantendrá abierto hasta las 00:30 (una hora más de la habitual) debido al evento Lollapalooza, al cual asisten unas 60 mil personas por día. Esto contrasta vergonzosamente con la situación vivida el miércoles 18 de febrero al término del partido de Copa Libertadores de Colo-Colo frente a Atlético Mineiro en el estadio Monumental (prácticamente a toda su capacidad; con unas 42.000 personas).

Una vez finalizado el encuentro, a las 23:00 horas, todos aquellos que habíamos ido en Metro tuvimos que ingeniárnosla para volver a casa, ya que Metro había cerrado la estación Pedreros una hora antes de lo debido (23:44 horas). Familias enteras, abuelos con sus nietos de dos o tres años que no tienen auto, o simplemente gente que opta de buena fe por el transporte público, tuvimos que esperar en vano, caminar y finalmente –algunos- hacer dedo.

Causa vergüenza e indignación la falta de organización y la diferencia de trato para dos eventos distintos. Estadio Seguro, Metro, Transantiago y la Intendencia debiesen estar preparados para tener un plan de contingencia para TODOS los eventos masivos.

La razón probablemente es ahorrarse los destrozos de las barras bravas en el Metro (quienes finalmente optan por tomarse buses enteros del Transantiago), siendo una vez más los afectados los hinchas, familias, e incluso quienes no tienen nada que ver con el espectáculo y se encontraron con la estación cerrada antes de tiempo. Para las barras bravas, las variables como el alto costo de entradas y que no haya transporte para la vuelta no son impedimentos, pero sí son razones suficientes para que las familias dejen de ir al estadio. Una vez más, no basta simplemente con que Estadio Seguro y el Gobierno se jacte de “querer que vuelvan las familias al Estadio”. Así, pocos quieren volver. 

Carolina Sepúlveda V.
Arquitecta P.U.C. 
Socia del Club Social y Deportivo Colo-Colo.

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