Muchos que piensan que ser bello o físicamente atractivo es una ventaja en la vida, es por esto que psicólogos sociales de la Universidad de Carolina del Norte, quisieron analizar si realmente ser hermoso es bueno.

Lisa Slattery Walker y Tonya Frevert, indican que al ver a alguien agraciado el subconsciente cree automáticamente que a esa persona le ha ido bien en varios aspectos. “Es una de las muchas características asociadas al estatus que podemos identificar en las primeras interacciones con una persona” explicó Walker.

A través de la investigación las psicólogas comentaron que esto comienza desde el colegio, ya que existe una gran cantidad profesores que asumen que las personas “lindas” tienen más competencia e inteligencia, lo que se refleja en las notas.

Según lo publicado por el sitio web de la BBC, las personas beneficiadas adquieren confianza, hecho por el cual se transforman en personas más positivas con ganas de demostrar lo competente que son.

Frevert señaló que además en el lugar de trabajo es algo fundamental, porque los atractivos suelen alcanzar puestos de mayor responsabilidad y por ende ganan más dinero. “Ser bello te confiere ventajas durante toda la vida, desde el colegio hasta el lugar de trabajo”, agregó Walker.

Desventajas

Pero no todo es tan bueno, ya que para las mujeres esto es más complejo debido a los prejuicios sexistas. Mientras los hombres atractivos se consideran mejores líderes, para las mujeres bellas no es tan fácil porque son menos deseables para los puestos que requieren responsabilidad y autoridad.

Además un estudio demostró que la gente tiende a alejarse de las mujeres más atractivas que con una menos atractiva, haciendo que la interacción sea más distante.

“El atractivo puede transmitir más poder en un espacio visible, pero a su vez puede hacer que los demás sientan que no pueden acercarse”, agregó Frevert.

Según el estudio las personas se sienten intimidadas con la belleza, por lo que prefieren conseguir citas con aquellos que son “menos perfectos”.

Finalmente las especialistas explicaron que estas cosas son sólo atajos cognitivos de una evaluación rápida que realiza el ser humano. “Tenemos todo un conjunto de ideales culturales sobre la belleza que nos permite decir si alguien es atractivo o no, y asociamos esos mismos patrones a las capacidades de cada quien”, dijo Walker.