St. Pauli es un distrito de Hamburgo (Alemania), conocido por su barrio rojo y vida bohemia, que le ha significado a los vecinos tener que aguantar los malos hábitos de las personas que beben por ahí: orinar en las calles.

Ante esta situación, un grupo de personas se organizó y elaboró un plan que busca espantar a estas personas… o a lo menos devolverles con la misma moneda el olor y suciedad que producen.

Y es que a pesar de las multas y prohibiciones de las autoridades, nada ha resultado, por lo que ingeniosamente comenzaron a pintar las paredes y esquinas más usadas por los borrachos, con pintura hidrofóbica.

¿Qué significa ello? No es más que un repelente de líquido tan poderoso, que logra hacer rebotar la orina a la zona donde estaba siendo lanzada.

IG St. Pauli

IG St. Pauli

Así entonces, quienes vayan a orinar, se llevarán una desagradable sorpresa, como le sucedió a un grupo de personas captados en este video.