El presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios, Alberto Figueroa, detalló las condiciones en las cuales los 6 imputados por el denominado Caso Penta deberán vivir en el anexo cárcel Capitán Yáber.

En conversación con nuestro medio asociado CNN Chile, el dirigente recalcó que esta unidad es igual a todas las demás y los imputados deberán cumplir con todas las reglas del resto de los recintos penitenciarios chilenos.

Luego de tres días de formalización de cargos, este sábado se decretó la prisión preventiva para los controladores de empresas Penta, Carlos Eugenio Lavín, Carlos Alberto Délano; el ex subsecretario de Minería, Pablo Wagner, el ex gerente de Penta, Hugo Bravo; el gerente de Contabilidad de Penta, Marcos Castro; y el ex fiscalizador del SII, Iván Álvarez, quien ya estaba en el recinto penitenciario, por el caso Fraude al FUT.

Antes del ingreso de estos 5 nuevos reclusos, el anexo era ocupado por 9 internos. Ahora, Gendarmería deberá decidir quienes ocuparán las celdas, las cuales se distribuyen entre 3 y 4 reos, los cuales ocupan 3 baños comunes.

Sobre las comodidades que gozarían los internos de esta sección, Alberto Figueroa descartó un trato diferente a los demás reos del país. “No tienen ningún tipo de trato preferencial respecto de otros internos recluidos en otros penales“, aseguró.

En ese sentido aclaró que la mesa de pool es una herencia de la antigua unidad y que la cancha de fútbol es el patio que los reos tienen, ya que por obligación se debe tener un patio de luz.

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Javier Salvo | Agencia UNO

Javier Salvo | Agencia UNO

Explicó además que para las visitas, los familiares se deben ajustar a los horarios impuestos por el anexo Capitán Yáber, que son los días martes, jueves y domingo, momento en que los visitantes pueden llevar libros, revistas y alimentos no perecibles. Sin embargo, los abogados pueden acudir todos los días entre 9 y 12 horas y entre 14 y 17 horas.

Respecto al caso de Hugo Bravo, quien sufrió una descompensación y fue trasladado al Hospital de la Penitenciaría, Figueroa señaló que todos los tratamientos médicos son realizados a aquellos reclusos que necesiten atención.

El dirigente señaló que de presentar una mejoría en su salud, Bravo sería ingresado al anexo carcelario y si es al contrario, si su estado se agrava, incluso podría ser llevado a un recinto de salud público, si la administración lo autoriza.

Recalcó además que el recinto posee medidas de seguridad suficientes para los empresarios. “Él no tendría por qué tener inconvenientes para cumplir su prisión preventiva“, afirmó Figueroa.