La defensa del único imputado de los atentados del maratón de Boston en 2013 admitió que su cliente cometió los sangrientos ataques que dejaron tres muertos y 264 heridos, en la apertura del esperado juicio en la ciudad del noreste de Estados Unidos.

“Fue él”, dijo la abogada Judy Clarke al lado de Djokhar Tsarnaev, un joven de 21 años musulmán de origen checheno que podría ser condenado a la pena capital si es declarado culpable del peor atentado cometido en suelo estadounidense desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Tsarnaev se presentó vestido con chaqueta y camisa ante una sala de audiencia repleta en el tribunal presidido por el juez federal George O’Toole, donde se revivieron las sangrientas escenas registradas por las explosiones de bombas artesanales cerca de la línea de llegada del maratón.

El fiscal federal William Weinreb afirmó que el objetivo de los ataques “era matar tantas personas como fuese posible”, recordando que algunas “se desangraron hasta morir en la acera” por los ataques de los cuales se responsabiliza a Djokhar y su hermano Tamerlan, de 27 años entonces y abatido por la policía cuatro días después del hecho.

El joven, de contextura delgada y rostro de adolescente, se ha declarado inocente de los 30 cargos que se le imputan, pero en un dramático alegato inicial su abogada defensora admitió ante los doce jurados que el joven estudiante ejecutó los ataques: “No esquivamos ni esquivaremos de ningún modo la responsabilidades de Dzhokhar por sus acciones”, enfatizó.

La abogada agregó que la defensa estaría de acuerdo con mucha de la evidencia presentada por la fiscalía y pidió al jurado que mantenga sus corazones y mentes abiertas para la segunda parte del proceso, centrada en la sentencia.

Las tres víctimas mortales fueron un niño de ocho años, una estudiante china de 22 y una mujer de 29. Unos quince heridos tuvieron que ser amputados. Algunos de ellos brindaron horripilantes testimonios.

También a Djokhar y Tamerlan se les acusa de haber asesinado a un policía durante su fuga, la que concluyó con la muerte de su hermano y su detención, cuando fue encontrado escondido y gravemente herido en un barco que se encontraba en el jardín de una casa de las afueras de Boston el 19 de abril.

“Un lado oculto”

Los hermanos Tsarnaev son un ejemplo de la amenaza que representan los llamados “lobos solitarios” auto-radicalizados, es decir, personas que por motivaciones propias efectúan un acto terrorista, los que son muy temidos por las autoridades estadounidenses.
La defensa busca presentar a Tamerlan como el líder, el conspirador principal sin el cual nada habría sucedido, aunque en esta primera parte del juicio no puede referirse a él.

Pero la fiscalía aseguró el miércoles que Djokhar, que obtuvo la nacionalidad estadounidense en 2012 y estudiaba en la Universidad de Massachusetts en Dartmouth (cerca de Boston), “tenía un lado que mantuvo oculto” y leía literatura terrorista desde 2011.

En efecto, era considerado un joven bien integrado. Se encuentra desde su arresto prácticamente aislado en una cárcel-hospital a 70 km de Boston.

“El gobierno estadounidense mata a nuestros civiles inocentes (…). Nosotros, musulmanes, somos un solo cuerpo, cuando nos hacen daño a uno de nosotros, nos hacen daño a todos. (…) Dejen de matar a nuestros inocentes y nos detendremos”, había escrito para explicar su acto en el barco donde fue hallado pocas horas después de la muerte de su hermano.

El jurado, cuya selección finalizó el martes, está compuesto por ocho hombres y diez mujeres, todos blancos, doce titulares y seis reemplazantes.

Esa instancia deberá decidir sobre la culpabilidad de Tsarnaev, pero también, en un segundo tiempo, si el acusado es declarado culpable si se le condenará a la pena capital o a cadena perpetua.

El estado de Massachusetts abolió la pena de muerte en 1984. Pero, al tratarse de un acto terrorista con uso de un arma de destrucción masiva, el caso pertenece a la justicia federal.

La abogada defensora Judy Clarke es de las mejores especialistas en pena capital en Estados Unidos. Ha logrado salvar a varios acusados de ella, como es el caso del autor del atentado de los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996, Eric Rudolph, o a Ted Kaczynski alias “Unabomber”, el matemático ermitaño que había enviado entre 1978 y 1995 quince paquetes bomba que dejaron tres muertos y 23 heridos.

Todos se declararon culpables a cambio de una condena a cadena perpetua, algo que aún Tsarnaev puede hacer. Se estima que el juicio dure hasta junio.