Esta madrugada, el Volcán Villarrica entró en erupción, fenómeno que se preveía desde la jornada de este lunes, cuando el Sernageomin elevó la alerta amarilla a naranja, tal como informó BioBioChile.

Las impactantes imágenes de este fenómeno de la Naturaleza, dejaron indiferente a pocos, pero aún existen muchas dudas respecto al evento.

Por ello, en BioBioChile nos contactamos con Andrés Escare, director de Geología de la Universidad del Desarrollo, quien explicó algunas aristas importantes de este acontecimiento.

1. Las diferencias con la erupción en Chaitén

“La diferencia se basa principalmente en el tipo de magma. El magma del volcán Chaitén era rico en sílice, por lo tanto, era más viscoso, lo que hacía que se taponeara y la cantidad de ceniza que salía era mayor, alcanzando varios kilómetros su columna de cenizas. Por lo tanto, la acumulación de gases también era mayor y aumentaba el riesgo de que existiera una erupción más explosiva. El tipo de erupción que presentó el Chaitén es del tipo Pliniano”, explicó Escare.

En cambio, indicó el experto, “en el caso del Volcán Villarrica la erupción es de tipo estromboliana, en donde cada explosión corresponde a la evolución de una burbuja de gases liberados desde el magma. Estas erupciones intermitentes, no tienen un flujo constante. El volcán Villarrica desde hace unas décadas ha estado en actividad y tiene estos eventos esporádicos como los de la madrugada. Es importante destacar que su lava fluye con mayor facilidad que las generadas por el Chaitén, pero aún así tienen un alcance acotado”.

2. La relación del fenómeno con los sismos

“Chile está en el margen continental destructivo, donde la capa de Nazca subducta a la placa Sudamericana. Esta subducción puede provocar terremotos, la formación de volcanes y cordilleras. Por ende, las erupciones volcánicas son parte de este sistema”, señala el profesional, aclarando que “en general estos eventos son independientes”.

“Sin embargo, antes de una erupción volcánica aumenta la sismicidad de la zona aledaña al volcán“, precisa.

3. No hay correlación entre las últimas erupciones volcánicas

Las últimas erupciones volcánicas se han concentrado en la zona centro-sur del país (Llaima, Chaitén, Cordón Caulle, Copahue y Villarrica), por lo que no es raro pensar que podría existir una correlación entre estos eventos.

No obstante, Escare es claro al respecto: “El comportamiento de cada aparato volcánico es independiente. Cada uno tiene su cámara magmática, por lo que no habría relación entre ellos”.

4. La duración de esta erupción volcánica es incierta

En relación a la duración de este evento, el geólogo asegura que “es difícil de determinar, sólo se tiene un monitoreo constante por medio del Sernageomin en donde se aprecia la sismicidad de la zona y en la medida que esta sismicidad disminuya se podría decir que la intensidad del volcán ha cesado. Dada las características de las erupciones estrombolianas debería tener una duración limitada en el tiempo”.

5. El peor escenario para los habitantes de las zonas aledañas

“El mayor daño lo pueden provocar los lahares, que son aluviones que se generan por la fusión de las nieves ubicadas en la parte superior del volcán, los que arrasan con todo lo que encuentran a su paso. También es peligroso el tema de la emanación de gases y piroclastos que salen expulsados incandescentes desde el volcán. La lava llegará en función de las pendientes que existan”, enfatiza el profesional.

6. Las erupciones estrombolianas pueden continuar durante décadas

“Las erupciones estrombolianas son intermitentes en el tiempo, y dadas sus características pueden continuar durante décadas. Esto se debe a que estas erupciones no afectan fuertemente el sistema de conductos de un volcán, por ende, estas erupciones pueden durar mucho tiempo”, indica.

7. El gas emanado por la erupción del volcán es mortal para los humanos

Escare afirma que a diferencia de la lava que da tiempo de reacción para la evacuación, los gases son mucho más peligrosos, ya que son mortales para los humanos.